Pisos tutelados para que los jóvenes con síndrome de Asperger ganen en autonomía personal

La Asociación Síndrome de Asperger-TEA de Salamanca celebró unas jornadas técnicas con el reto de sensibilizar pero también de dar a conocer herramientas para padres y familias sobre el diagnóstico y las necesidades de ayuda. Desde hace varias semanas se ha puesto en marcha una campaña de visibilización y concienciación de este síndrome a través de la publicación en las redes sociales de la entidad con la pieza de un puzzle por colorear.

Entre los retos que se marca el colectivo se encuentra poner en marcha pisos tutelados para que los jóvenes ganen en autonomía personal. “Por mí me gustaría que estuviesen ya”, expresaba el trabajador social de la asociación, José Manuel Bermejo. Sin embargo, el peso de los socios —está formada por 70 familias— no es suficiente para impulsar una iniciativa muy ambiciosa. Para ello, ya se han dirigido al Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca con el objetivo de buscar apoyos y que en el próximo curso se puedan poner en marcha. A falta de datos oficiales, se estima que hay una incidencia de entre 3 y 5 nacimientos por cada 1.000 habitantes. El síndrome de Asperger, como otros autismos, es un trastorno del desarrollo cerebral, donde interactúan causas genéticas y ambientales para dar lugar a un anómalo funcionamiento del sistema nervioso central.

Entre los asistentes a las jornadas técnicas estuvo presente Ricardo Canal, director del Centro de Atención Integral al Autismo de la Universidad de Salamanca o Zoila Guisuraga psicóloga infanto-juvenil especializada en trastornos del espectro autista. Al finalizar el acto se leyó un manifiesto en el que se recordó que a pesar de los esfuerzos, sigue habiendo un “desconocimiento” en la sociedad de las características. “No es una enfermedad mental ni una discapacidad intelectual”, señalan sobre una categoría que les deja en el limbo para las provisiones de apoyo ya dirigidas a las personas con discapacidad.