Estos son los síntomas de la faringoamigdalitis y cómo diferenciarlos de la laringitis
La llegada del invierno suele conllevar un aumento de las infecciones respiratorias, de las que la faringoamigdalitis es una de las más comunes. A diferencia de la laringitis, que es una inflamación de la laringe, esta es una inflamación de la faringe y los tejidos linfáticos adyacentes, como las amígdalas (también conocidas por el común anginas).
La infección puede producirse por un virus o una bacteria, por lo que los síntomas pueden variar ligeramente, pero habitualmente son fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, malestar general y ausencia de apetito.
La bacteriana, normalmente por estreptococos, se reconoce porque además presenta manchas rojas y blancas en la garganta, dolor en la parte baja del estómago, dificultad para tragar y en algunos casos erupciones en la piel.
Aunque siempre se ha dicho que el origen de esta enfermedad se debe al frío, a las corrientes de aire o a beber líquidos muy fríos o comer helados, el contagio se produce por aerosoles (cuando un enfermo tose o estornuda cerca del nuevo contagiado) o por contacto directo. Sin embargo, el frío sí contribuye que las bacterias y sobre todo los virus tengan vía libre, dado que se reducen las defensas.
Para prevenir los contagios, como en cualquier enfermedad respiratoria infecciosa, conviene mantener la distancia, evitar el contacto directo con los enfermos, usar mascarillas y extremar la higiene de manos y de la propia ropa de los enfermos.
La faringoamigdalitis de origen vírico no debe tratarse con antibióticos, ya que no les afecta, mientras que si es bacteriana sí se pueden prescribir por un médico.
Fuente de la noticia: Pulsa para ver la noticia en el periódico que ha sido publicada.
(Salamanca Realidad Actual es un lector de noticias FEED que unifica las noticias de diferentes periódicos sobre Salamanca. No hemos redactado ninguna de las noticias aquí publicadas y la totalidad de el copyright de esta noticia pertenece a: www.abc.es y (abc) ).
