Una jugadora del Ekaterimburgo, rival del Avenida en la final de la Euroliga, cobra más que toda la plantilla charra

El UMMC (Ural Mining and Metallurgical Company) Ekaterimburgo es el gran dominador del baloncesto europeo en los últimos años y acumula en su palmarés cinco títulos de la Euroliga, los dos últimos de manera consecutiva antes de la cancelación de la pasada temporada por culpa de la pandemia. Y aunque después los éxitos hay que ganárselos en la cancha, las plantillas que ha podido elaborar gracias a su potencial económico le han ayudado mucho. Las rusas manejan un presupuesto que se estima en unos 15 millones de euros, mientras que el del Perfumerías Avenida ronda el millón.

Hay dos jugadoras con un salario superior a todo el presupuesto charro, como Brittney Griner (1,3 millones aproximadamente) y Breanna Stewart (1 millón), mucho más de lo que cobran en la WNBA. Y varias de sus compañeras cobran más de medio millón de euros, según distintas informaciones.

El poderío económico del Ekaterimburgo proviene de la empresa patrocinadora, UMMC, una de las principales productoras rusas de metales como oro, cobre o zinc. Su CEO, Andrei Kositsyn, con una fortuna valorada en 6,2 billones de dólares según Forbes, ejerce como presidente del equipo de baloncesto femenino, que además cuenta con importantes apoyos de las autoridades locales y regionales.

Con una temperatura media durante los meses de invierno cercana a los 15 grados bajo 0, hay que convencer a las jugadoras con otros motivos para irse hasta Ekaterimburgo y lo cierto es que cuentan con todas las comodidades posibles. El equipo se desplaza por Rusia y Europa en su propio avión y las jugadoras están atendidas en todo momento, cada una con su propia casa y un chófer personal siempre a su disposición para que ni siquiera tengan que preocuparse a la hora de coger el coche.

Es otro mundo muy distinto al que están acostumbradas la mayoría de las jugadoras del Perfumerías Avenida, aunque eso es la cancha importe menos. Lo que sí se hace notar es la calidad de las rusas, con una plantilla que asusta. Vadeeva, Beglova o Beliakova, jugadoras clave en la selección rusa, tienen que conformarse con los minutos que dejan Stewart, Griner, Torrens, Vandersloot, Quigley, Jones y Meesseman.