Todo lo que los hombres deberían saber para vivir más y mejor

Una combinación de factores genéticos y sociales contribuye de manera significativa a la salud masculina. Se puede afirmar que la evolución temprana de la salud masculina ha ocurrido en los últimos 40 años, con iniciativas concretas desde la década de los 80 para abordar enfermedades cardiovasculares y la salud sexual.

Además de ser físicamente distintos a las mujeres, los hombres están influenciados por la clase social, la educación y el trabajo, factores que inciden significativamente en los resultados de su salud.

Andrología, todo lo que quiere saber sobre salud sexual

La andrología, una rama de la urología, se encarga del estudio, exploración y tratamiento de cualquier aspecto relacionado con la función sexual y el aparato reproductor masculino.

Las principales patologías tratadas por un andrólogo incluyen disfunción eréctil, enfermedad de Peyronie (curvatura del pene), trastornos de la eyaculación, problemas hormonales en hombres, infertilidad masculina, y enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Juan Ignacio Martínez-Salamanca, fundador y director médico de Lyx Instituto de Urología, médico adjunto de Urología en el Hospital Puerta de Hierro, explica a ABC las patologías más habituales en andrología según la edad. Destaca que, en personas jóvenes de 20 a 40 años, se observan alteraciones en el proceso de eyaculación, problemas de fertilidad, disfunción eréctil psicológica y enfermedades de transmisión sexual.

En los más mayores de 40 años, son más comunes casos de disfunción eréctil de origen orgánico, enfermedad de Peyronie y alteraciones hormonales como el déficit de testosterona. La disfunción eréctil es una de las patologías más importantes dentro de la andrología y se clasifica en dos tipos: orgánica y psicógena.

La disfunción eréctil orgánica ocurre cuando hay problemas médicos subyacentes que justifican la dificultad para lograr una erección satisfactoria, como enfermedades cardiovasculares, neurológicas o diabetes, explica. Por otro lado, la disfunción psicógena se debe a causas psicológicas, ya sea por problemas ajenos al ámbito sexual, como ansiedad o depresión, o relacionados con el físico, la atracción o las relaciones sexuales.

En cuanto a la enfermedad de Peyronie, asegura este experto que es un trastorno adquirido caracterizado por síntomas que afectan al pene, como dolor, curvatura, acortamiento, estrechamiento y deformidades.

Martínez-Salamanca destaca que la enfermedad de Peyronie «no es cancerosa, no es contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad transmisible conocida». Actualmente, existen diversos tratamientos, desde medicamentos hasta cirugía, para abordar estas patologías.

Aconseja que los hombres acudan al urólogo una vez al año después de los 40 años o antes si han tenido más de 5 parejas sexuales diferentes al año.

Durante los últimos años se está constatando un aumento progresivo de los casos de infecciones de transmisión sexual.

Según el doctor José Joaquín Hernández Roca, jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Vithas Madrid Arturo Soria, «los varones adolescentes se inician antes que hace 15 o 20 años en una relación íntima, muchas veces con información acerca de las ETS insuficiente e influenciado por unos modelos importados del consumo de pornografía que aumentan el riesgo no solo de ETS sino también, y lo veremos en un futuro, en enfermedades de salud mental».

Por otra parte, Hernández Roca destaca que «la aprobación de la vacuna frente al virus del papiloma humano ha cambiado el panorama de las infecciones de transmisión sexual en el territorio europeo. Por ello, se recomienda la vacunación contra el VPH de manera sistemática en niños de entre 11 y 12 años».

Hernández Roca añade: «También se recomienda en población menor de 26 años no vacunada en la infancia y debe ser considerada en menores de 45 años también si no han sido vacunados en dicho periodo, así como en pacientes con inmunosupresión, incluidos los VIH positivos».

«Los hombres tienen que perder respeto a mostrar debilidad»

Ser hombre puede dificultar el reconocimiento e identificación de problemas de salud mental, según la doctora Lidia Gayubo, adjunta del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro. Aún persisten valores asociados tradicionalmente a la masculinidad, como la tendencia a no expresar emociones o el miedo a mostrar debilidad o vulnerabilidad.

La experta destaca la necesidad de romper con estas barreras y fomentar la idea de que los hombres también deben cuidar su salud mental, hablar al respecto y perder el miedo a mostrar debilidad. «Aunque enfermedades como la depresión afectan más a las mujeres, las cifras de suicidio en hombres son más altas», señala.

La doctora Gayubo comenta que «los modelos actuales de atención a la salud mental buscan entender el suicidio desde una perspectiva multifactorial, considerando factores biológicos, psicológicos y desencadenantes».

Los trastornos que más afectan a los hombres inicialmente son los de ansiedad, que es un problema relativamente estable entre los 35 y 84 años; seguido del trastorno depresivo, cuyo síntoma más frecuente es el trastorno del sueño; y finalmente la psicosis y demencia.

«Los trastornos mentales asociados al cáncer urológico pueden aparecer en la fase de diagnóstico y/o de tratamiento. Muchos momentos depresivos que surgen suelen asociarse a las pérdidas de orina y a la impotencia sexual » puntualiza Ángela Palao del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital La Paz.

Para Palao «hay que pedir ayuda cuando aparecen síntomas como la irritabilidad, el aislamiento social, la pérdida de ganas de hacer actividades placenteras y por supuesto cuando aparecen la sensación de frustración e impotencia asociada a la ideación de muerte y suicidio».

Detección del cáncer de próstata, testículo y pene

En España, se diagnostican más de 35.000 nuevos casos de cáncer de próstata al año, siendo la tercera causa de muerte por cáncer en hombres. La detección temprana es fundamental, ya que en la mayoría de los casos, esta enfermedad no presenta síntomas.

Actualmente, se recomienda hacer la primera determinación de PSA (un marcador en la sangre) a los 50 años y adelantarla a los 45 años en caso de antecedentes familiares de cáncer de próstata.

La incidencia del cáncer de testículo en España es de 1.510 casos estimados para 2023, ocurriendo el pico de incidencia en un rango de edad entre los 15 y los 35 años.

Sobre los posibles signos de alarma, la doctora Estefanía Linares especialista de Uro-oncología del Hospital La Paz señala: «el aumento de consistencia y el crecimiento indoloro tiene que alertar a cualquier varón para consultar con un médico de atención primaria o urólogo».

En el caso del cáncer de pene, hablamos de un tumor menos frecuente, con unos 300 casos al año en España, lo que nos sitúa como uno de los países con más incidencia en este tipo de tumor en Europa. Sobre las señales de alerta,

Linares comenta: «se detecta bajo la sospecha por la exploración física con la aparición de una lesión que no termina de cicatrizar. En el caso de este tumor, Linares puntualiza «existe una estrecha relación con la infección por VPH (virus del papiloma humano) que es precursora para el desarrollo de estos tumores en el varón, como lo es en el caso del VPH en el cáncer de cervix en la mujer».

El Hospital La Paz organiza dos jornadas anuales dedicadas a la detención del cáncer de próstata, durante las cuales cualquier varón desde los 40 años puede hacerse, sin cita previa, un análisis de sangre que será útil para su diagnóstico temprano.

Hipertensión y obesidad, asignaturas pendientes

Las enfermedades cardiovasculares afectan especialmente a la población masculina. «Estamos inmersos en una verdadera pandemia de obesidad y en gran parte es consecuencia de que las industrias de la alimentación nos han llevado a convencernos de que los alimentos insanos no lo son», observa José Joaquín Hernández Roca, Jefe de Servicio de Medicina Interna en el Hospital Universitario Vithas Madrid en Arturo Soria.

«La diabetes es la enfermedad que más crece y lo mejor es prevenirla. Para ello, una nutrición sana basada en una dieta mediterránea, hacer ejercicio físico moderado, no fumar y tomar moderadamente alcohol, es la mejor receta médica que podemos prescribir los médicos porque la obesidad se asocia estrechamente con su desarrollo», añade el doctor Hernández Roca.