Un ensayo muestra la seguridad y tolerancia de un alucinógeno para tratar la anorexia
La revolución psicodélica camina con paso firme. Desde hace unos años se está produciendo un renacimiento de los fármacos psicodélicos bajo un nuevo halo de respetabilidad. La industria farmacéutica ha visto la oportunidad y no la quiere dejar escapar. La última en llegar es la psilocibina, una sustancia presente en los hongos alucinógenos. Según un estudio que se publica en ‘Nature Medicine’, una única dosis de psilocibina, administrada junto con apoyo psicológico, es un tratamiento seguro y aceptable para pacientes con anorexia nerviosa y puede disminuir los comportamientos de trastornos alimentarios en un subconjunto de pacientes.
Los resultados de un pequeño ensayo clínico de fase 1, en 10 mujeres de 18 a 40 años con anorexia sientan las bases para futuros estudios que continúen evaluando la terapia con psilocibina como una nueva vía de tratamiento.
La anorexia nerviosa es un trastorno de salud mental que se caracteriza por una preocupación excesiva e injustificada, miedo y angustia relacionados con la comida, el peso y la forma del cuerpo, y la alimentación.
La enfermedad es difícil de tratar; actualmente no hay tratamientos que hayan demostrado eficacia para la anorexia en adultos que reviertan los síntomas centrales, ni hay intervenciones farmacológicas aprobadas.
La psilocibina no es una sustancia desconocida. Se trata de un tratamiento prometedor para otras enfermedades mentales y está asociada con mejoras en la ansiedad, la flexibilidad cognitiva y la autoaceptación.
Produce alucinaciones visuales y auditivas y alteraciones profundas de la conciencia. Es un alcaloide que se absorbe a través de las mucosas de la boca y el estómago. Una vez que llega al cerebro, actúa sobre el córtex prefrontal, asociado al pensamiento abstracto y también sobre las zonas responsables de la percepción y el humor. Pero además actúa sobre las estructuras cerebrales relacionadas con la planificación y la toma de decisiones y el núcleo reticular talámico, una estructura cercana al centro del cerebro que regula la información sensorial que alcanza la conciencia.
Aunque el medicamento se puede extraer de los hongos mágicos, no ha sido esa la forma en la que se ha fabricado este compuesto, sino que se ha sintetizado en un proceso puramente químico para producir una forma cristalina, aclara Stephanie Knatz Peck, de la Universidad de California-San Diego (EE.UU.).
El de las participantes 90% consideró el tratamiento con psilocibina como significativo y positivo
Los científicos investigaron la seguridad, tolerabilidad y eficacia de una única dosis de 25 mg de psilocibina COMP360 (una forma sintética de psilocibina desarrollada por COMPASS Pathways) administrada junto con apoyo psicológico en 10 mujeres de 18 a 40 años con anorexia, evaluadas durante 3 meses después de la dosis única.
No se observaron eventos adversos graves por parte de los participantes y que los efectos agudos del tratamiento con psilocibina fueron bien tolerados.
El de las participantes 90% consideró el tratamiento con psilocibina como significativo y positivo, y estarían a favor de recibir tratamientos adicionales si estuvieran disponibles.
Además, los autores indican que cuatro participantes mostraron disminuciones sustanciales en las puntuaciones de trastornos alimentarios en un seguimiento de tres meses, calificando para la remisión de la psicopatología del trastorno alimentario.
No obstante, los investigadores reconocen que los resultados se basaron en un tamaño de muestra pequeño y no incluyeron un grupo de placebo, por lo que deben interpretarse con cautela.
«La anorexia nerviosa es una enfermedad grave y los tratamientos de los que disponemos tienen una eficacia limitada, por lo que recibo con ilusión cualquier noticia acerca de nuevos tratamientos. Sin embargo, es importante subrayar que el estudio de Peck et al. es muy inicial, muy pequeño, sin grupo control, y básicamente solo quería conocer si la psilocibina es un tratamiento seguro y tolerable. El estudio también observó que cuatro pacientes mejoraron, pero no sabemos si fue por la psilocibina, por el apoyo psicológico o simplemente por azar. Por esta razón, deberíamos evitar depositar demasiadas esperanzas hasta que no haya estudios más grandes y con grupo control», advierte Joaquim Raduà, psiquiatra y responsable del grupo de investigación Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad de IDIBAPS.
Pero en un comentario que acompaña al artículo, Tomislav Majić y Stefan Ehrlich, de la Universidad de Dresde (Alemania), señalan que los hallazgos preliminares sugieren que la terapia con psilocibina podría ser bien tolerada por pacientes con anorexia nerviosa de leve a moderada, posiblemente reduciendo la psicopatología de trastornos alimentarios en un subconjunto de individuos «necesidad no satisfecha de tratamientos efectivos y aceptables para este trastorno, la terapia con psilocibina puede representar una prometedora vía para futuras evaluaciones clínicas, siendo necesarios ensayos controlados aleatorizados para evaluar definitivamente la eficacia de la psilocibina en este contexto».
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