Este psiquiatra de Harvard tiene la clave para ser felices

 Este psiquiatra de Harvard tiene la clave para ser felices


Hace más de ocho décadas, la Universidad de Harvard se propuso dar respuesta a una pregunta: ¿qué nos hace felices? Para ello puso en marcha uno de los estudios más importantes hasta la fecha, el Harvard Study of Adult Development, coordinado por Robert Waldinger y Marc Schulz. La investigación ha monitorizado la vida de cientos de ciudadanos desde su nacimiento hasta su muerte y ha indagado en sus motivaciones, su carrera profesional y sus relaciones.

Waldinger es profesor de Psiquiatría en la Harvard Medical School y director de Centro de Terapia Psico-dinámica e investigación del Hospital de Massachusetts (EE.UU.). En colaboración con su compañero Marc Schulz, psicólogo, acaban de editar un libro con las conclusiones de este ambicioso proyecto: Una Buena Vida, El Mayor Estudio Mundial para responder a la pregunta más importante de todas: ¿Qué nos hace felices?.

A lo largo del libro los autores ponen el foco en múltiples testimonios que sirven para mostrar sus hallazgos y aportan eficaces estrategias para fomentar el cambio en nuestras vidas.

Durante un encuentro con ABC Salud celebrado en Madrid, Robert Waldiger nos da la respuesta a la gran pregunta: «Los estudios científicos nos lo han repetido una y otra vez: los seres humanos necesitamos nutrición, ejercicio, un propósito y los unos a otros».

«El Estudio de Harvard nos enseña que es crucial apoyarse en las relaciones sociales que pueden sostenernos cuando las cosas se tuercen, igual que hicieron algunas de familias del estudio durante la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, la gran recesión de 2008 o la pandemia de Covid 19».

El libro desarrolla la forma idónea de cuidar y fomentar los cuatro tipos de relaciones que son fundamentales para tener una buena vida: la pareja, la familia, las relaciones laborales y los amigos.

Los estudios científicos nos lo han repetido una y otra vez: los seres humanos necesitamos nutrición, ejercicio, un propósito y los unos a otros

P. _¿Cómo podría definirse la relación entre felicidad y salud?

Es una relación bidireccional; quiere decir que los que tienen más salud tienen más energía para conectarse a los demás y los que están más conectados, son más felices. Es un círculo virtuoso. Además, según el estudio las personas que son más felices suelen ser también más longevas, aunque esto dependa concretamente de cada individuo, pero según nuestro análisis suele coincidir.

P._¿Cómo definiría usted la felicidad después de dirigir este estudio?

Lo importante es participar en actividades y trabajos que tengan sentido para uno mismo, y estar conectado con las personas que le importan a uno. Cuidar la salud es fundamental, pero también hay que preservar las relaciones sociales, ya que ambas están directamente conectadas.

P._¿Qué ha aprendido usted del estudio que haya incorporado a su vida?

Ahora yo cuido mucho más mis relaciones. Como profesor y académico yo podría trabajar muchas horas, 24/7 [24 horas al día / siete días por semana] como se dice en Estados Unidos; pero no lo hago, le doy importancia a otras cosas. Cuando mis hijos se fueron de casa y mis ocupaciones y distracciones disminuyeron, mi esposa y yo decidimos que ese vacío no lo llenaríamos con trabajo. Yo necesito atender mis relaciones para entenderlas, hago planes para cenar o dar un paseo dos o tres veces a las semana con mis amigos o familiares.

P._En la selección de las personas para iniciar el estudio no había ninguna mujer. ¿Cree que si se hubieran incluido mujeres desde el inicio que los resultados habrían sido diferentes?

Cuando iniciamos el estudio, el sesgo de sexo era muy común. Desgraciadamente era muy habitual que solo se estudiara a los varones. También de la misma manera, es ridículo hacer el seguimiento únicamente con personas que estudiaban en Harvard o con un grupo de adolescentes que estaban en riesgo de exclusión social en el extrarradio de Boston, pero fue la manera de empezar.

A medida que se han incluido a los familiares, se ha ido ampliando el rango y la calidad del estudio. Si hubiéramos contado desde el inicio con mujeres entre las personas seleccionadas los resultados habrían sido distintos. Posteriormente se incluyeron a las esposas de los hombres originales, y tenían vidas muy distintas de sus maridos. La mayoría eran amas de casa, pocas tenían trabajo fuera de casa y su nivel de satisfacción con la vida era más elevado, ya que ellas sí cuidaban sus relaciones con la familia y con amigos.

Las amistades son una de las relaciones más fáciles de abandonar.

Mientras la identidad del hombre era la del empleo, la identidad habitual de la mujer era el ser del ama de casa. La gran mayoría tenía hijos y formaban parte de proyectos de colaboración con ONGs.

Fue interesante para nosotros ver que nuestras asistentes de investigación de 24 o 25 años que iban a convertirse en psicólogas o médicas pensaban que estas amas de casa iban a estar deprimidas e infelices con la vida al no trabajar. Sin embargo, cuando entrevistaron a mujeres de la generación de las esposas de la segunda Guerra Mundial se dan cuenta de que estas mujeres son muy felices, no solo porque tenían buenas relaciones en sus entorno, sino porque la expectativas que tenían eran únicamente la de ser buena ama de casa. Hoy en día las expectativas de las mujeres han cambiado mucho y su concepto de felicidad es mucho más complejo.

Siempre intentamos pensar en posibles sesgos y circunstancias de cada generación ya que son muy específicas y pueden cambiar mucho las interpretaciones.

P._¿Qué cualidades comparten las parejas felices a lo largo de los más de 80 años del estudio?

Son felices aquella parejas que se tienen mucho respeto y los que supieron prever y aceptar los cambios en la pareja, además de respetarlos e incluso celebrarlos, También es muy importante el interés que se presta a la pareja, la atención que se proporciona al otro.

Un estudio contemplado en el libro analizó si las parejas que llevaban más tiempo se conocían más que las que llevaban menos. El resultado sorprendente fue que se podía considerar que se conocían mejor las personas que llevaban menos tiempo juntas debido a que al principio de la relación se presta mucha más atención.

P._¿Cuál es la actitud más errónea más común frente al matrimonio, porque los índices de divorcios son tan altos desde hace unos años?

Hoy en día yo pienso que la idea que se tiene del matrimonio es demasiado romántica. Actualmente se les pide a nuestras parejas que completen nuestro día a día, buscando llenar todas las posibles carencia. Se repite el mismo error buscando en otras personas lo que no pueden dar. Recibir todo lo que necesitamos psicológicamente de una pareja es un mito que es imposible cumplir.

P.¿Según lo estudiado, qué consejos les daría a las familias para que sus relaciones fueran buenas?

En todas las familias se desarrollan imágenes de los demás que, después, nos dedicamos a confirmar una y otra vez: mi hermana es una mandona, mi padre siempre me lo hace pasar mal, esto es lo que denominamos la trampa de «tu siempre/tu nunca» y puede ser erróneo. Hay que recordar que a medida que crecemos y cambiamos nuestros familiares también lo hacen cuando no les concedemos el beneficio de la duda, puede que nos estemos perdiendo esos cambios.

Parte de lo que las hace tan maravillosas las amistades, es lo mismo que las hace efímeras y voluntarias.

 

P. ¿Cómo afectan las buenas o malas relaciones en nuestro trabajo?

Las relaciones positivas en el trabajo conducen a niveles menores de estrés, trabajadores más sanos y menos días de volver a casa de mal humor. Sencillamente nos hacen más felices.

P. ¿Cuántos amigos necesito para ser feliz?

Desgraciadamente no podemos responder a esto, ni siquiera después de este gran estudio, ya que cada persona es única. Lo que nos ha quedado claro es que las amistades son una de las relaciones más fáciles de abandonar. Parte de lo que las hace tan maravillosas las amistades, es lo mismo que las hace efímeras y voluntarias. Pero esas características no las hace menos significativas, así que vas a tener que mantener las amistades que ya tienes y crear otras a conciencia.

P. ¿Cuáles son los arrepentimientos más comunes?

Los arrepentimientos más comunes entre los hombres suelen ser el haber estado demasiado tiempo en el trabajo y no dedicarle suficiente tiempo a la familia y amigos. Entre las mujeres, pensar que les preocupaba demasiado lo pensaran los demás sobre ellas y sus vidas.



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