Beber alcohol antes y durante el embarazo cambia forma de la cara de los niños

 Beber alcohol antes y durante el embarazo cambia forma de la cara de los niños


Las mujeres que están embarazadas y consumen alcohol, por poco que sea, deben saber que existe un estrecho vínculo entre las alteraciones en la forma de los rostros de sus hijos niños y la cantidad de alcohol que bebían. Esta relación existe tanto se ha bebido alcohol antes de quedar embarazadas como durante el mismo.

Lo asegura un estudio que se publica en «Human Reproduction» que es el primero en detectar esta asociación en la descendencia de madres que bebieron alcohol hasta tres meses antes de quedar embarazadas y que no dejaron de hacerlo durante la gestación.

Además, los investigadores que han utilizado inteligencia artificial (IA) y tecnología de aprendizaje profundo, ha visto que la asociación con la forma alterada de la cara existía incluso si las madres bebían menos de 12 g de alcohol a la semana, el equivalente a un vaso pequeño de vino de 175 ml o 330 ml de cerveza. Según los investigadores, este hallazgo es importante porque la forma de los rostros de bebés puede ser un indicio de problemas de salud y desarrollo.

«La cara es el ‘espejo de la salud’, ya que refleja la salud general de los niños», afirma Gennady Roshchupkin, del Centro Médico Erasmus, Rotterdam (Países Bajos), quien dirigió el estudio. Por eso, continúa, «la exposición de un bebé al alcohol antes del nacimiento puede tener efectos adversos significativos en su desarrollo y en su salud y, si una madre bebe regularmente una gran cantidad, esto puede provocar un trastorno del espectro alcohólico fetal, FASD, que se refleja en las caras de los niños».

El trastorno por espectro alcohólico fetal se define como una combinación de retraso del crecimiento, deterioro neurológico y desarrollo facial anormal reconocible. Los síntomas incluyen deterioro cognitivo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dificultades de aprendizaje, problemas de memoria, problemas de comportamiento y retrasos en el habla y el lenguaje. Ya se sabe que el FASD está causado por el consumo de alcohol de la madre durante el embarazo, en particular por el consumo excesivo de alcohol.

Sin embargo, hasta ahora se sabía poco sobre el efecto del bajo consumo de alcohol en el desarrollo facial de los niños y, por tanto, en su salud. Este es también el primer estudio que examina la pregunta en niños de múltiples orígenes étnicos.

Gracias a las técnicas de IA y aprendizaje profundo se analizaron imágenes tridimensionales de niños tomadas a los 9 años (3.149 niños) y a los 13 (2.477 niños). Los niños formaron parte del Estudio Generación R en los Países Bajos, un estudio poblacional en curso de mujeres embarazadas y sus hijos desde la vida fetal en adelante.

«La cara tiene una forma compleja y analizarla supone un reto», reconoce Roshchupkin. «Para ello, desarrollamos un algoritmo basado en IA, que toma imágenes 3D de alta resolución de la cara y produce 200 medidas o ‘rasgos’ únicos. Los analizamos para buscar asociaciones con la exposición prenatal al alcohol y desarrollamos mapas de calor para mostrar las características faciales particulares asociadas con el consumo de alcohol de las madres».

La información sobre el consumo de alcohol de las madres se obtuvo a partir de cuestionarios completados por las mujeres al principio, en la mitad y al final del embarazo. Las madres se dividieron en tres grupos: las que no bebieron antes o durante el embarazo (grupo de control); aquellas que bebieron durante los tres meses antes de quedar embarazadas, pero dejaron de hacerlo cuando quedaron embarazadas, y las madres que bebieron durante el embarazo, incluidas las que sólo bebieron durante el primer trimestre del embarazo, y las que continuaron bebiendo durante todo el embarazo.

«Encontramos una asociación estadísticamente significativa entre la exposición prenatal al alcohol y la forma de la cara en los niños de 9 años. Cuanto más alcohol bebían las madres, más cambios estadísticamente significativos había. Los rasgos más comunes fueron la punta de la nariz hacia arriba, la nariz acortada, el mentón hacia afuera y el párpado inferior hacia adentro», detalla Xianjing Liu, primer autor del estudio.

Se recomienda dejar de beber alcohol incluso antes de la concepción para garantizar resultados de salud óptimos tanto para la madre como para el feto

Por ejemplo, el estudio muestra que entre el grupo de madres que bebieron durante el embarazo se vio que, incluso si las madres bebían muy poco durante el embarazo, menos de 12 g por semana (un vado de vino pequeño o una caña), se podía observar la asociación entre la exposición al alcohol y la forma facial de los niños. «Esta es la primera vez que se muestra una asociación con niveles tan bajos de consumo de alcohol», escriben.

El vínculo entre el consumo de alcohol y la forma de la cara se debilitó en los niños mayores y no se encontró una asociación significativa cuando los investigadores observaron los datos de los niños de 13 años.

«Es posible que a medida que un niño crece y experimenta otros factores ambientales, estos cambios pueden disminuir o quedar oscurecidos por los patrones de crecimiento normales. Pero eso no significa que el efecto del alcohol sobre la salud también vaya a desaparecer. Por lo tanto, es crucial enfatizar que no existe un nivel seguro establecido de consumo de alcohol durante el embarazo y que es recomendable dejar de beber alcohol incluso antes de la concepción para garantizar resultados de salud óptimos tanto para la madre como para el feto en desarrollo», subraya Roshchupkin.

Primeros tres meses

En los niños de nueve años, los investigadores encontraron que los rasgos faciales estadísticamente significativos estaban asociados con el consumo de alcohol de las madres cuando compararon a las que bebían antes del embarazo, pero dejaron de hacerlo al quedar embarazadas con las que continuaron bebiendo durante el embarazo.

También analizaron los datos de las mujeres que bebieron durante el primer trimestre, pero luego lo dejaron, y las que continuaron bebiendo. Los resultados fueron similares, lo que sugiere que las asociaciones se explican principalmente por la exposición del feto al alcohol en los primeros tres meses de embarazo.

Los investigadores reconocen que, al tratarse de un estudio observacional, no se puede demostrar que el consumo de alcohol provoque los cambios en las formas de la cara, solo que está asociado con ellos.



Fuente de la noticia: Pulsa para ver la noticia en el periódico que ha sido publicada.

(Salamanca Realidad Actual es un lector de noticias FEED que unifica las noticias de diferentes periódicos sobre Salamanca. No hemos redactado ninguna de las noticias aquí publicadas y la totalidad de el copyright de esta noticia pertenece a: www.abc.es y (abc) ).

Salamanca Realidad Actual

https://salamancarealidadactual.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *