La CEE presenta un documento para la reflexión ante «un cambio de época» en lo político, económico y cultural

   MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) –

   La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado este viernes un instrumento de trabajo pastoral que, bajo el título ‘Persona, familia y sociedad’, invita a reflexionar y a abrir un diálogo en el seno de la Iglesia española sobre el «cambio de época» de la sociedad, tanto en los político, como en lo económico, en lo social y en lo cultural.

   Así lo ha explicado el arzobispo de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, que ha sido el impulsor de esta iniciativa que surgió, según ha explicado, después de la «insistencia» del Papa Francisco en la existencia de ese cambio de época, seguida de la llegada de la pandemia del Covid-19, la explosión del volcán de la Palma, la guerra en Ucrania o el programa legislativo en las Cortes en los últimos años.

   Al ser una llamada a la reflexión y el diálogo, según ha indicado Argüello, se trata de un «documento de trabajo abierto» a la espera de «aportaciones».

   En su intervención, el arzobispo de Valladolid ha explicado que los cambios de los últimos tiempos han afectado «al ser, es decir, a la antropología; al amar, o a la familia; al hacer, o el trabajo; y a la forma en la que el hombre se sitúa en el tiempo, es decir, la historia.

   En este contexto, el documento llama a los católicos a ser capaces de «testimoniar y alentar una pasión renovada por Dios» y a reflexionar sobre su «representación pública en los ambientes e instituciones de los que forman parte». «Es una propuesta de la Iglesia a la sociedad española» para «cultivar la fraternidad y la amistad», ha explicado.

IMPOSICIONES IDEOLÓGICAS

   En su intervención, el arzobispo denuncia que la «imposición de la ideología de género rompe con la verdad de la corporalidad y la cultura del amor, sexo y procreación», además, cree que «agudiza la crisis demográfica» y «el individualismo hace crecer la soledad, la ansiedad o el sufrimiento», además de impulsar «nuevas formas de pertenencia» e «identitarias» y «sin rostro».

   A su juicio, esto supone un «riesgo de totalitarismo difuso» que, «haciendo elogio de la tolerancia se impone en determinadas formas de ver la familia, la persona o la historia». Al que no piensa igual, ha alertado Argüello, se le declara «hereje cultural» o se le acusa de «odio a las ideologías dominantes».

   Y, en este sentido, ha puesto el foco en las imposiciones de organismos de financiación globales. Al respecto ha llamado a repasar las directivas europeas, a algunas propuestas de organismos de la ONU o las condiciones de préstamos del FMI que, según ha indicado, desde los años 90 están relacionado con cuestiones que «muchas veces» relacionan la «economía y el desarrollo de los pueblos con la puesta en marcha de legislaciones» que, a su juicio son «contrarias a la razón».

   Aunque ha reconocido que esta última expresión, que se recoge en el documento, es «un poco fuerte», ha puesto como ejemplo la Ley de Garantía de la Libertad Sexual, conocida como Ley del ‘solo sí es sí’, que, según ha explicado, «hace del consentimiento mutuo la clave para hacer un juicio moral de lo que esta ocurriendo».

   De este modo, según ha indicado Argüello, aunque habla de «un ejercicio de la sexualidad consentido», al mismo tiempo se trata de «un encuentro sin sentido» ya que la sexualidad, a su juicio, «tiene que estar relacionada con el amor y con la transmisión de la vida». «De ahí es de donde arranca esta expresión tan fuerte», ha explicado.

SIN CONEXIÓN POR EJERCICIOS ESPIRITUALES

   Por otra parte, en la rueda de prensa, Argüello ha sido preguntado por su opinión sobre la última canción de Shakira en la que critica a Gerard Piqué, un tema que, según ha explicado, no ha escuchado porque se encuentra haciendo ejercicios espirituales que le mantiene desconectado de redes y de pantallas. «Que viene bien de ver en cuando», ha reconocido.

   Sí ha confesado que en estos días ha tenido «una tentación»: leer el libro escrito por el secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, que, finalmente no ha podido hacer. Según ha indicado, solo ha leído «a instancias del director de los ejercicios, algunos capítulos de Jesús de Nazaret» del propio Benedicto.