¿Por qué no debes desechar la patata de tu alimentación? ¡Ni estando a dieta!

 ¿Por qué no debes desechar la patata de tu alimentación? ¡Ni estando a dieta!


MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) –

Las patatas no suelen tener buena reputación dentro de la dieta saludable, tienen fama de causar aumento de peso y de provocar un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y, a menudo, se encuentran en las lista de alimentos que se deben evitar, especialmente las personas con resistencia a la insulina y que están a dieta. Sin embargo, investigadores estadounidenses han realizado un estudio que podría echar abajo los argumentos contra este tubérculo.

Por su composición -tiene un alto contenido en hidratos de
carbono, mayoritariamente en forma de almidón y una pequeña proporción como glucosa, fructosa y sacarosa- nada llevaría a pensar en que están repletas de nutrientes clave y beneficios para la salud. Sin embargo, así se desprende de una investigación realizada por expertos del Centro de Investigación Biomédica de Pennington en Louisiana (EEUU) quienes aprovechan su estudio para desmentir que aumenten el riesgo de diabetes.

La investigación, publicada en el ‘Journal of Medicinal Food’, ha sido coliderada por Candida Rebello, profesora asistente en Pennington Biomedical, quien ha examinado cómo una dieta que incluye patatas afecta a las medidas clave de salud. «Demostramos que, contrariamente a la creencia común, las papas no tienen un impacto negativo en los niveles de glucosa en la sangre. De hecho, las personas que participaron en nuestro estudio perdieron peso», señala la investigadora y dietista.

«La gente tiende a comer el mismo peso de comida sin importar el contenido calórico para sentirse llena. Al comer alimentos con un peso más pesado que son bajos en calorías, puede reducir fácilmente la cantidad de calorías que consume», advierte como una de las claves a la hora de reducir el contenido calórico.

El aspecto clave del estudio es que no redujeron el tamaño de las porciones de las comidas, sino que redujeron su contenido calórico al incluir patatas. «La comida de cada participante se adaptó a sus necesidades calóricas personalizadas, pero al reemplazar parte del contenido de carne con papas, los participantes se sintieron más llenos más rápido y, a menudo, ni siquiera terminaron su comida. En efecto, puedes perder peso con poco esfuerzo», explica el estudio que viene a destacar su efecto saciante.

El estudio involucró a 36 participantes entre las edades de 18 y 60 años que tenían sobrepeso, obesidad o resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina se refiere a una condición de salud en la cual las células del cuerpo no responden bien a la insulina y la glucosa no ingresa a las células para generar energía. La resistencia a la insulina está relacionada con la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes tipo 2

Los participantes fueron alimentados con dietas controladas con precisión de alimentos comunes ampliamente disponibles, incluidos frijoles, guisantes y carne o pescado, o patatas blancas con carne o pescado. Ambas dietas tenían un alto contenido de frutas y verduras y sustituían aproximadamente el 40 por ciento del consumo típico de carne con frijoles y guisantes o papas.

Estudios anteriores han demostrado que comer frijoles y guisantes mejora los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2 recién diagnosticada. Para aumentar el componente de fibra dietética de las patatas, se hirvieron con la piel intacta y luego se refrigeraron entre 12 y 24 horas. Las papas se incorporaron a los platos principales del almuerzo y la cena, como pastel de carne y camarones y papas cremosos, y se sirvieron junto con guarniciones como puré de papas, gajos de patata asados al horno, ensalada de patatas.

«Preparamos las papas de una manera que maximizaría su contenido de fibra. Cuando comparamos una dieta con papas con una dieta con frijoles y guisantes, encontramos que eran iguales en términos de beneficios para la salud», explica Rebello.

Por lo general, las personas no siguen una dieta que no les gusta o que no es lo suficientemente variada. Los planes de comidas proporcionaron una variedad de platos y demostramos que un plan de alimentación saludable puede tener opciones variadas para las personas que se esfuerzan por comer de manera saludable. Además, señala la investigadora, «las patatas son una verdura bastante económica para incorporar a la dieta».

«La obesidad es una enfermedad increíblemente compleja que Pennington Biomedical está abordando en tres frentes diferentes: investigación que analiza cómo y por qué nuestros cuerpos reaccionan de la manera en que lo hacen; investigación que analiza las respuestas individuales a la dieta y la actividad física, y debates a nivel de políticas y programas comunitarios que llevan nuestra investigación a las estrategias que nuestras comunidades locales y globales pueden usar para vivir una vida más saludable», ha explicado tras conocerse esta investigación el director ejecutivo del Pennington Biomedical Research Center e investigador principal del estudio, John Kirwan.

A su juicio, «estos nuevos datos sobre el impacto de las patatas en el metabolismo son una adición emocionante al arsenal de evidencia que se tiene», y que pude servir precisamente para abordar una mayor investigación.

DATOS NUTRICIONALES DE LA PATATA

Según los datos recogidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la composición de la patata cabe destacar el contenido en hidratos de carbono, mayoritariamente en forma de almidón y una pequeña proporción como glucosa, fructosa y sacarosa; El ser uno de los vegetales con mayor contenido en almidón explica su aporte calórico (88 kcal/100 g de patatas).

Mientras que la fibra está presente en cantidades discretas, se puede decir que es una buena fuente de vitamina C, aunque una parte considerable de la misma puede perderse durante el proceso de cocción. Para preservar su contenido, aconsejan cocinarlas al vapor o al horno (envueltas en papel de aluminio).

La patata aporta minerales como fósforo, hierro y magnesio, si bien, los aportes más significativos son los de potasio (25%). Estos, acompañados de un escaso contenido en sodio, la convierten en un alimento recomendable en caso de hipertensión o afecciones cardiovasculares, por sus propiedades diuréticas y vasodilatadoras.

La patata también aporta carotenoides, siendo la violaxantina, anteraxantina, luteína, los más abundantes, mientras que la neoxantina, beta-criptoxantina, zeaxantina y b-carotenos se encuentran en cantidades menores.



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