¿Qué efectos puede tener la sequía en la piel? Así afecta la falta de agua a la salud
La sequía que asedia Europa durante las últimas semanas está empezando a dejar restricciones en algunas de las comunidades españolas más afectadas por la falta de agua. A la ausencia de precipitaciones y las extremas olas de calor cada vez más comunes que atraviesa nuestro país se suma también los efectos adversos que puede tener esta grave sequía sobre la salud de los ciudadanos.
La calidad del aire que respiramos está siendo uno de los principales problemas traídos por esta ola de altas temperaturas y escasas precipitaciones. Sin embargo, las enfermedades respiratorias crónicas que puede llegar a causar la sequía prolongada no son los únicos efectos adversos que podemos llegar a experimentar.
Así lo ha explicado el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, que ha detallado las posibles y numerosas implicaciones de las sequías para la salud pública.
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Cantidad y calidad del agua potable afectadas
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Aumento de riesgos al realizar actividades recreativas
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Efectos en la calidad del aire
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Peores condiciones de vida relacionadas con la energía, calidad del aire, situación sanitaria y de higiene
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Efectos en la salud mental relacionados con pérdidas económicas y laborales
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Alimentación y nutrición afectadas
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Aumento de la incidencia de enfermedades y afecciones
Estos efectos en la salud pueden manifestarse a corto plazo en algunos casos, aunque lo habitual es que las sequías tengan una implicación indirecta sobre los ciudadanos a largo plazo. De esta manera, pueden ser muy difíciles de predecir o monitorear, como es el caso de los problemas en la piel que pueden experimentar algunas de las personas que más contacto tengan con las partículas que la sequía deja en el ambiente.
Cómo afecta la sequía a nuestra piel
Lo cierto es que, al estar en contacto con el exterior, nuestra piel puede ser una de las grandes afectadas por los efectos de la sequía. Así, el ambiente en el que vivimos puede perjudicar su estabilidad, como es el caso de los puntos en los que la sequía está más presente.
De esta manera, en aquellas regiones donde la falta de agua se ha notado más en el ambiente, la piel de las personas que en ella residen puede llegar a escamarse e incluso llegar a picar. Además, aquellos pacientes que presenten con anterioridad enfermedades como la dermatitis atópica se verán mucho más afectados.
Cómo combatir los efectos de la sequía en la piel
Para evitar que estos efectos en la piel puedan ir a más y suponer un verdadero problema para la vida, existen una serie de consejos a seguir con la intención de prevenir que esta sequedad pueda ir a más.
Así, es recomendable evitar las duchas largas y aclararse la piel siempre con agua templada. Además, no emplear esponjas a la hora de enjabonarse el cuerpo y utilizar poco jabón también puede ayudar a combatir los efectos de la sequía en la piel. Por último, debemos siempre secar sin frotar y aplicar una crema hidratante tras el lavado para mejorar la calidad de nuestra epidermis.
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