Caña en vaso de tubo

Vacaciones. No para todos, lamentablemente. También hay discrepancias notables entre los informes de diferentes instituciones, sobre todo en lo que se refiere a españoles que no viajarán este verano. Según la OCU, tres de cada cuatro españoles viajarán con diferentes medios y destinos. La mayoría escogerá la playa, y uno de cada siete volverá ‘al pueblo’. Como era de sospechar después de soportar pandemias, guerras y otras calamidades (Boris Johnson, por ejemplo), los viajes al extranjero se han restringido prudentemente: las compañías aéreas han respondido con puntualidad a los deseos de sus clientes y han montado un buen cirio en cuanto han visto que se iba a abrir la temporada de verano: empezaron los conflictos en RyanAir y EasyJet.

Qué gusto comenzar las vacaciones con una “dura operación salida en los aeropuertos españoles por las huelgas de los trabajadores de las aerolíneas EasyJet y Ryanair” (ABC). Menos mal que a la llegada (a Fuengirola, por ejemplo) nos están esperando la playa, la cervecita y el chiringuito (en el buen sentido de la palabra).

Porque son esos tres elementos (playa, caña en vaso de tubo) lo que diferencian unas buenas vacaciones de unas vacaciones rudimentarias. Observarán que, como no quiere la cosa, les estoy transportando torticeramente hacia el sur, abajo del paralelo 37 norte (Cádiz, Málaga, Huelva).

Y para ello he sido arteramente capaz de presentar como deseable la cerveza servida en vaso de tubo, lo que implica más bien una perversión del gusto, del tacto, del olfato y hasta del umami, con perdón. Pero es que equipar un chiringuito con vajillas molonas, con cristalerías de Bohemia del Sur, quitarle barras o tapas para convertirlo en un restaurante convencional, es cargarse el concepto de chiringuito, patria de la carne al toro, las papas ‘aliñás’, las espinacas con garbanzos, las tortillitas de camarones, el cazón en adobo, la urta a la roteña… Y la caña en vaso de tubo.

El nombre ‘chiringuito’ es semejante a otra voz más prestigiosa (aguaducho). Un aguaducho es un puesto donde se venden agua, refrescos y otras bebidas. Cuentan los estudiosos que los trabajadores de la caña de azúcar en Cuba bebían café a chorro apretando una media. El chorro o chiringo era el sonido agudo producido.

César González Ruano, un enamorado de la isla caribeña, puso su nombre (El Chiringuito) a un bar de la playa de Sitges. Normal. Otros que conocieron la historia de los bebedores de café usaron el nombre Starbucks (de Moby Dick). Años después.