Fallece a los 92 años Fernando Mayoral, Medalla de Oro de Salamanca y uno de los grandes de la escultura

Salamanca ha perdido este martes a uno de sus artistas más insignes y queridos. Fernando Mayoral ha fallecido a los 92 años después de una vida dedicada a la escultura. Aunque nació en la localidad cacereña de Valencia de Alcántara en 1930, Mayoral llegó a Salamanca con 17 años y en esta provincia se quedó para engrandecer la vida artística de esta tierra.

Durante este tiempo unió a su importante trayectoria artística su faceta como docente —era catedrático de Dibujo— en el instituto Torres Villarroel y en la Facultad de Bellas Artes. Suyo es el conjunto escultórico dedicado a Churriguera y José del Castillo, en la plaza Poeta Iglesias; la escultura de Pedro Gutiérrez Moya junto a La Glorieta; la imagen del Cristo de la Humildad de la Hermandad Franciscana de Salamanca; y la escultura dedicada a Vicente del Bosque en la plaza del Liceo, entre otras muchas. También tiene la rúbrica de Mayoral la escultura de San Juan de la Cruz de la calle arroyo de Santo Domingo y la de Gonzalo Torrente Ballester ocupando una silla del café Novelty en la Plaza Mayor.

En la capital salmantina también talló cuatro de los medallones de la Plaza Mayor: Lord Wellington (1980), Alberto de Churriguera (1993), Carlos II (1999) y Tomás Bretón (2001). En 2015 recibió la Medalla de Oro de la ciudad de Salamanca junto al también escultor ya fallecido Agustín Casillas.

Fernando Mayoral llegó a Salamanca en 1947. Siendo un adolescente de 17 años empezó a acudir a la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy y a la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Salamanca. Con 19 años inició sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1957, a los tres años de terminar la carrera, realizó un viaje de estudios a Italia becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Al regresar a Salamanca comenzó a compaginar su actividad como escultor con la docencia, al ser profesor asociado de Escultura en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, y catedrático de Dibujo en el instituto Torres Villarroel.

Su extensa obra no solo se limita a Salamanca. En Ciudad Real hizo en 1999 un monumento a Sancho Panza con su burro Rucio. En Zamora hizo el paso de La Santa Cena para la cofradía de la Vera Cruz, en 1989, y en el año 2000 el paso de La conversión del centurión para la cofradía del Santo Entierro. En Santiago de Compostela realizó El Calvario del retablo mayor de la parroquia de San Juan Evangelista, y también talló relieves en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima de La Coruña.