Éxito de un proyecto que el expresidente de la Cámara, Mesonero, cerró en 2015

Cuatro años después de su reapertura, tras el cierre arbitrario e incomprensible aplicado en enero de 2015 por el entonces presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, Juan Antonio Martín Mesonero, los dos viveros de empresas vinculados a esta entidad (Peñarada y Ciudad Rodrigo) no solo han demostrado la idoneidad de su creación, sino también la necesidad de contar con este tipo de espacios para dar apoyo a los emprendedores y empresarios salmantinos.

Las cifras así lo refrendan. En el caso del vivero “Innova” de Peñaranda, reabierto en junio de 2018, ha permitido no solo el retorno de algunas de las empresas que fueron desalojadas por Mesonero en 2015, sino también la llegada de otras nuevas. En la actualidad cuenta con 15 despachos para atender las necesidades de los emprendedores, de los que 12 están actualmente ocupados, lo que representa un 80%, según confirman fuentes del propio vivero, que reconocen que en el último año y medio “nunca” han bajado del 80% de ocupación, “a pesar de la recesión”, apostillan.

Algo similar ocurre con el vivero de empresas “Iris” de Ciudad Rodrigo, donde la ocupación actual supera también el 80%. Esto quiere decir que ocho de los diez despachos están actualmente ocupados, a los que hay que sumar también la ocupación total de sus dos naves. El perfil de las empresas es muy variado, según confirman fuentes del vivero mirobrigense, quienes reconocen también el interés que despierta en la vecina Portugal, que actualmente cuenta con una empresa operativa en estas instalaciones.

Y lo mismo ocurre con el vivero de empresas de Béjar, que actualmente tiene ocupados once de sus doce despachos (el 91%), así como una de las dos naves. El interés creciente por buscar este tipo de instalaciones ha llevado a la Cámara de Comercio de Béjar, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, a plantear un nuevo tipo de vivero para la ciudad “más actualizado y acorde con la reindustrialización”, señaló Ventura Velasco, presidente de la Cámara de Comercio bejarana. El proyecto se inició en 2019, pero quedó paralizado por la pandemia, hasta que hace tres meses se ha vuelto a recuperar. El objetivo: construir seis naves, de 180 metros cada una, adosadas al edificio a actual para atender toda la demanda.