El aire acondicionado en el hospital, por Miguel Barrueco

Hace algún tiempo escribía en esta columna que, mientras los pacientes ingresados en el viejo Hospital Clínico no dispusieran de aire acondicionado, me comprometía a denunciarlo todos los años que fuera necesario. Así pues, desde hace varios años, y llegadas estas fechas, denunciaba la falta de aire acondicionado en el viejo hospital que transformaba la estancia de los pacientes en una tortura térmica, una especia de sauna continuada, diurna y nocturna, con las sábanas de las camas empapadas de sudor y pegadas al cuerpo, especialmente los pacientes de Otorrino, Medicina Interna o Neumología, ingresados en las plantas más altas (séptima, sexta o quinta planta) que, curiosamente eran los más afectados por el calor y por el tipo de enfermedades que padecen, aunque en todas las plantas del hospital la situación era parecida.

Esta será la última columna que dedique al aire acondicionado en el hospital, al menos referida al Hospital Universitario. Este verano, felizmente, con la apertura del nuevo hospital, la situación ha cambiado radicalmente y las temperaturas que existen en todo el hospital y, especialmente en las habitaciones de los pacientes ingresados, son mucho más agradables. Funciona perfectamente el sistema de climatización y se agradece considerablemente, tanto para los que trabajamos en el hospital como, especialmente, para los pacientes ingresados.

Esta misma semana, con la ola de calor que estamos sufriendo (el cambio climático es evidente), y que en Salamanca alcanza temperaturas en torno a los 30º C, entrar en el hospital desde el exterior se siente como un alivio y cuando se sale de trabajar a mediodía la bofetada de calor exterior es impresionante, motivo por el que resulta aún más evidente el confort de temperatura que tenemos y gozamos y los propios pacientes manifiestan que la temperatura es mucho más agradable.

Salud para disfrutarlo no parece una frase muy adecuada en ninguno de sus términos, pero es una forma de decir que, al menos, el ingreso será mucho más benigno y agradable.