La saturada rehabilitación cardiaca del Hospital necesita más espacio para asumir más pacientes

El Hospital de Salamanca está estudiando la posibilidad de trasladar la ‘saturada’ Unidad de Rehabilitación Cardiaca al antiguo gimnasio que el servicio de Rehabilitación ha dejado vacío en el Virgen Vega desde que se mudó al nuevo edificio.

Un movimiento que supondría un enorme salto de calidad para el equipo que rehabilita los problemas de corazón y que ahora es incapaz de atender la avalancha de pacientes por -entre otras razones- el limitado espacio de las actuales instalaciones.

El gimnasio que durante años sirvió para rehabilitar a pacientes recién operados por Trauma -o con otro tipo de lesiones óseas y musculares- ha sido utilizado en los últimos meses para vacunar al personal que trabaja en el Complejo Asistencial, pero ahora está en desuso.

Este gimnasio multiplicaría varias veces el limitado espacio con el que ahora cuentan los cardiólogos y que les obliga a trabajar con el freno de mano echado. “Ahora mismo solo podemos atender a 25 personas, pero podrían ser muchas más. Hay una lista de espera importante, pero tenemos que ser muy restrictivos y seleccionar solo a los que más beneficio pueden obtener, aunque está demostrado que todos los pacientes con problemas de corazón podrían beneficiarse de este programa”, explica la coordinadora de la unidad, Soraya Merchán.

Fuentes hospitalaria confirman que “efectivamente, se está analizando ese traslado” y los cardiólogos responden ilusionados: “Lo estamos deseando”.

La Unidad de Rehabilitación Cardiaca se puso en marcha hace cerca de siete años y fue pionera en Castilla y León. Tras demostrar su utilidad coste-efectiva, esta prestación se ha extendido por toda la Comunidad, pero en Salamanca aún tendría un margen de crecimiento enorme. No en vano, desde el estreno -liderado por el doctor Fernando del Campo- se ha rehabilitado a más de 1.000 pacientes, pero flota el sabor agridulce de que “podrían ser muchísimos más, porque las enfermedades cardiacas son la epidemia del siglo, la principal causa de mortalidad y la lista de espera para acceder, aunque se ha ido reduciendo, sigue siendo importante”, apunta la doctora Beatriz de Tapia.

Inicialmente la rehabilitación cardiaca se ideó para pacientes con cardiopatía isquémica (estrechamiento de las arterias que van al corazón), “pero en la actualidad se ha abierto el abanico y entran pacientes con insuficiencia cardiaca, cardiopatías congénitas rehabilitables, implantes de prótesis percutáneas, recambios valvulares, bypass…”, enumera la doctora Merchán.

El equipo que se encarga de la rehabilitación cardiaca está integrado por especialistas en Cardiología, Enfermería, una fisioterapeuta y una psicóloga. La dotación de médicos ha ido creciendo, pero la de Enfermería se queda “un poco corta” para las necesidades de una unidad que aspira a crecer y en la que los facultativos se rinden a la labor de la fisioterapeuta Carmen Oreja. “Es espectacular lo que hace”, confiesa Soraya Merchán.

Las posibilidades de crecimiento de esta prestación van directamente ligadas a la cantidad de pacientes con problema de corazón que se podrían beneficiar, pero que tienen que aguardar más de tres meses para acceder al programa. “Una de las posibles vías de crecimiento pasa por trabajar con Primaria con los pacientes de bajo riesgo para que les hagan el seguimiento en los centros de salud y que no necesiten realizar las sesiones en el Hospital, por la limitación física que existe”, sugieren los especialistas de cara al futuro.