Rutas en barco por el Tormes: del Puente Romano a la isla del Soto

Con el objetivo de diversificar la oferta y explotar atractivos de Salamanca de los que los visitantes apenas llegan a disfrutar, la Concejalía de Turismo de Salamanca prepara una nueva ruta en barco entre el Puente Romano y la isla del Soto (Santa Marta). Incluida en el Plan de Sostenibilidad Turística que prevé en tres años una inversión de cinco millones de euros de fondos municipales, autonómicos y estatales, esta iniciativa está inspirada en el título de la obra de Fernando Araujo, “La Reina del Tormes”. Su objetivo es la vinculación a lo largo de la historia de Salamanca con el río y al mismo tiempo ofrecer una visita diferente de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad que tome como punto de partida su relación con la naturaleza.

La presencia de pesqueras, la mayoría de ellas con un carácter histórico, en el cauce del Tormes a su paso por Salamanca limitan mucho el itinerario que puede diseñarse. Por ello, el departamento a cuyo frente se encuentra el edil Fernando Castaño ha optado por una ruta que parta desde el embarcadero que se encuentra en la margen izquierda, junto al Puente Romano. Desde ese punto, donde se puede observar una de las mejores vistas de la Catedral, se continuará aguas arribas hasta la isla del Soto, en Santa Marta, con cuyo Ayuntamiento el Consistorio charro quiere colaborar en este proyecto. Para esta iniciativa destinada al turismo familiar, según fuentes vinculadas con esta iniciativa, se quiere disponer de un barco de imagen tradicional, con capacidad para unas 30 personas y que permita visualizar el fondo del río y la vida que hay en sus aguas.

Aunque todavía quedan detalles por perfilar, la intención es disponer de una embarcación construida con materiales actuales, resistentes, ecológicos y sostenibles y que, además de disfrutar del skyline desde la cubierta, cuente con suelo transparente que permita ver a los peces y una perspectiva diferente a la habitual del Tormes. Se baraja también incluir en el viaje un juego de luz y una proyección sobre la fauna del río, pero también sobre su historia, en la que no podrían faltar sus grandes avenidas, como la de “San Policarpo”, y el impacto que estas supusieron para la actual Ciudad Patrimonio.