Recelo ante el máster de profesorado superior al año que quiere el Gobierno

La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, anunció la semana pasada que el Gobierno va a modificar el acceso a la función pública docente. Además de una prueba específica para estudiar grados de magisteria, la propuesta incluye una ampliación de la duración del Máster de Formación del Profesorado, que es habilitante para ejercer como profesor en Secundaria, Bachillerato, FP y Escuelas de Idiomas, además de reforzar el prácticum, periodo de prácticas que tanto los estudiantes del grado de magisterio como del máster deben realizar.

La propuesta ha sido recibida por los sindicatos con recelo, ya que consideran que puede acabar teniendo un efecto diferente al que busca el Ejecutivo. Si se tarda más en poder trabajar como docente, los profesionales más brillantes descartarán trabajar en centros educativos.

“Siguen haciendo parches”, afirma Federico Martín, presidente provincial de CSIF, que considera positivo que el Ministerio intente mejorar la formación de los docentes, pero que sobrecargarlos previamente puede resultar contraproducente. “Hay que atraer a los mejores a la docencia. Pero si a los titulados más brillantes se les ponen más piedras en el camino, será más difícil”, argumenta.

Guillermo Bueno, presidente de ANPE Salamanca, recuerda que ellos siempre han abogado por una formación “más amplia siempre y cuando esté dentro de la carrera profesional”. No obstante, considera que la mejor manera de mejorar la formación de los futuros docentes es ampliar la parte práctica y reducir la teórica. “ANPE es partidaria de poner en marcha un MIR educativo que aporte una mayor calidad”, detalla.

Teresa Vicente, portavoz de STECYL en Salamanca, espera que el Ministerio profundice en esta idea. “Aumentar la duración puede ser una buena idea para aprender la profesión. Pero sospechamos que pueda tener un afán recaudatorio que retrase la llegada de profesionales. Si al final lo hace, debe abaratarse el coste del máster y dar becas para atraer a los mejor preparados. Si no ocurre así, puede tener al final un efecto disuasorio”, subraya.

El máster de profesorado dura en la actualidad un año —60 créditos—, en el que lo normal es incluir tres meses de prácticum. Después de acabar el máster, generalmente en mayo o junio, los titulados han de esperar entre uno y dos años para poder presentarse a una oposición. La ministra no especificó en su comparecencia ante el Senado cuánto más se ampliaría la duración del máster, aunque lo lógico sería que aumentara hasta 90 o incluso 120 créditos, el máximo permitido por la norma. Esto implicaría tener que cursar entre medio y un año más de máster y un incremento de su coste.