La necesaria incorporación de la economía circular al sistema sanitario español
Madrid
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«La huella climática mundial del sector salud es equivalente al 4,6% de las emisiones globales netas, esto es equivalente a los que contaminan Alemania y Canadá juntos durante un año». Así de contundente se mostró Fernando Gómez, de
Euro-Funding durante su participación en el foro «Economía circular y digitalización del sector sanitario», celebrado en Madrid con el objetivo de analizar el presente y futuro de la aplicación de la economía circular y digitalización en el sector sanitario.
Para Gómez no es posible que el sector de la Salud siga posponiendo su adecuación a procesos de Economía Circular (EC) y digitalización. Ambos, dijo Óscar Salazar, de
Euro-Funding, moderador del evento, «serán elementos claves en los próximos años para la evolución del entorno hospitalario y del sector de la salud».
No debemos olvidar además, el gran impacto que sufrirá el medioambiente con el incremento de desechos y residuos generados por la crisis sanitaria del Covid-19, cada mes se tiran 128.000 millones de mascarillas en el mundo, y el envejecimiento progresivo de la población, factores que aceleran la necesidad de medidas verdes en el sector sanitario.
La definición más extendida y aceptada de Economía Circular es la dada por la
Fundación Ellen MacArthur en 2012: «una economía circular es aquella que es restaurativa y regenerativa a propósito, y que trata de que los productos, componentes y materias mantengan su utilidad y valor máximos en todo momento, distinguiendo entre ciclos técnicos y biológicos».
En el campo de la sanidad hay mucho interés por la EC pero pocas estrategias en el entorno de los hospitales debido a que el objetivo de la sanidad es puramente social (curar al paciente) o de efectividad de los costes y aumento de beneficios, en el caso de los hospitales privados, a lo que añade, «no se ha podido aplicar estos conceptos a la sanidad porque hay una falta de trazabilidad y de seguimiento de datos», puntualizó Gómez.
Los campos de la sanidad en los que más directamente se podría aplicar la EC serían, entre otros: los edificios y su la gestión (calor, frío, recorridos, etc.), y el tratamiento de los residuos (el 15 % es utilizable frente al 85% que no lo es), además de la gestion circular de los servicios de catering y abastecimiento.
Respecto a la digitalización, Raúl Mallaina, del
Servicio Madrileño de Salud, destacó que «es necesario coordinar muchos organismos para hacer un buen plan de digitalización, pero que gracias a la pandemia se han doblado los recursos y se ha acelerado el proceso».
Mana Pérez, de
Euro-Funding, destacó alguna ayudas que existen para la digitalización y la sostenibilidad y fomento de los ciclos de economía circular provenientes de Europa como son los fondos “Next Generation”.
En cuanto a la digitalización, las ayudas se engloban en el llamado “Digital Tool Kit”, que queda limitado a un número concreto de empresas con el criterio de número de integrantes de la empresa.
También se habló de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) de Salud de Vanguardia. Pérez destacó «como usuaria valoro el gran beneficio que puede suponer para todos los pacientes el llegar a crear un “Data Lake sanitario” gracias a los procesos de digitalización. Sería revolucionario que se pueda llegar a tener en el medio plazo, todos los datos de todas las comunidades autónomas de manera homogénea y centralizada, este gran avance permitirá mejorar la asistencia, gestionar mucho mejor la información asociada al desarrollo de ensayos clínicos mientras facilitará el intercambio de información entre los agentes participantes».
Juan Riese, del
Instituto de Salud Carlos III, confirmó «la necesidad de optimizar los recursos hospitalarios con mejoras organizativas como la racionalidad en la compra de material, evitando en la mayor medida la compra de artículos desechables, buscando la reutilización de material y los componentes, además de la necesidad de mejoras organizativas: formación, asistencia integrada, eficiencia energética, y finalmente la depuración de residuos y reconversión».
Según Riese, es difícil el cambio de mentalidad en el mundo de la salud ya que los principios anteriores en los que se basaba eran totalmente opuestos «el cuidado de la salud tenía una mentalidad de un solo uso: cuanto menos se reutilice, más seguro. Es difícil reutilizar los dispositivos. Deben recolectarse, transportarse, limpiarse, probarse y, a veces, esterilizarse antes de su reutilización.
Además, muchos dispositivos son tan económicos y la inversión necesaria para reutilizarlos es tan alta que no es económicamente viable su reutilización. A lo que se añade, por último, que la industria farmacéutica a veces fabrica dispositivos de los que sabe que su uso único significa que el hospital compre más».
En cuanto a la digitalización Riese resumió las fortalezas y la necesidad de este proceso «la transformación digital de la atención sanitaria ayudará a aumentar la capacidad de los sistemas de atención médica, además de brindar una atención más personalizada y efectiva, con menor desaprovechamiento de los recursos».
En la mesa redonda posterior participaron representantes de otros sectores del mundo la sanidad, como el
Gupo Vithas Hospitales,
Izertis,
Cofares o
Teva Pharma.
Ángel Ayuso, presidente de la Fundación del
Grupo Hospitalario Vithas, apostó por la completa digitalización en beneficio del paciente, evitando la individualidad de cada hospital y cambiando la forma de gestión ineficiente a otra mucho mas eficiente. «Nuestro objetivo será conseguir un gran hospital descentralizado», afirmo.
Por su partes, Alberto Alonso, de Izertis, destacó la importancia de la colaboración público-privada en términos de avances digitales. Además, resaltó la importancia de que muchas empresas tecnológicas mediante concursos públicos vayan generando ideas que se añadan al conocimiento médico que de los especialistas de la sanidad. «La unión de medicina y tecnología no es muy habitual en España, ya que no hay una carrera que una las dos disciplinas, por lo que hay que generar procesos de co-creación y de design thinking entre las administraciones y las empresas privadas e incluso con los mismos pacientes para generar ideas que den valor».
El sector farmacéutico se presentó como uno de los ámbitos en que los procesos de automatización están más adelantados y que durante la pandemia ha tenido que mejorar y seguir dando servicio. «en Cofares se tienen incorporados objetivos de desarrollo sostenible, se trabaja en la electrificación de la flota y la optimización de los almacenes para eliminar residuos, existen iniciativas de acción social, voluntariado que va en nuestro “ADN” no hay que olvidar que 2,1 millones de personas pasan por la farmacia en España al día»,
afirma Pablo Veleirón,
Cofares.
En este sentido, Javier Télez, de
Teva Pharma, afirmó que «como desarrollo en el campo de la innovación, uno de los grandes retos, es la atención telemática al paciente, que antes se hacía telefónicamente, pero con el desarrollo de la telemedicina se puede tener un mayor control de paciente y se le puede dar muchos más servicios, se le puede dar información y en un entorno digital el paciente está mucho mejor atendido que es lo que nosotros buscamos».
Lo expertos concluyeron demandando la necesidad de trabajar en equipos multidisciplinares que incluyan todos los sectores de la sanidad para conseguir estos objetivos los más rápida y eficientemente, así como la necesidad de considerar a la sociedad como motor que genere la demanda de una economía circular sobre los políticos.
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