El Salamanca CF UDS vuelve a su gris realidad en Santiago de Compostela

El envión anímico logrado en Luanco se vio frenado de forma abrupta en el segundo encuentro de José María Hernández en el banquillo del Salamanca UDS. Cayó por 4-2 ante el Compostela en un encuentro que arrancó alocado, y en el que persiguió sombras durante muchos minutos. El doblete de Iban Ribeiro le sitúa como el hombre más en forma en la mejor noticia en las filas del equipo salmantino.

El partido no comenzó de la mejor manera para el cuadro charro, que casi sin tocar el cuero, encajó el primer tanto. Roque envió un centro desde el costado derecho, donde había quedado mano a mano con Álex Menéndez, y Fernando anticipó a una defensa fría para tocar con la bota a la red.

La respuesta no tardó en llegar. Durante tres minutos el Salamanca manejó el cuero sin que su rival fuese capaz de quitárselo. Un pase filtrado encontró en carrera a Gustavo por la banda diestra. Éste centró raso y, en el segundo palo, apareció libre de marcas Iban Ribeiro para empujar a la red.

Pero el inicio loco de partido retrocedió al guión inicial, y en el minuto diez llegó el 2-1. Nuevamente el Compostela monopolizó el cuero, obligó al equipo visitante a correr detrás de él, y en una salida desde área propia, halló una grieta en el costado que defendía Luis Martínez, quien perdió la carrera ante Escudero que, con un disparo cruzado, batió a Javi Benítez.

El choque iba de un sobresalto al otro, pero entonces bajó el ritmo. El cuadro gallego comenzó a disfrutar de posesiones largas ante un Salamanca UDS romo, que parecía llegar tarde a cada uno de los cruces. A pesar de que no mostraba profundidad, en un error grosero encontró el tercer tanto en el ecuador del primer acto.

La acción nació en una falta en el centro del campo jugada en largo hacia el área visitante. La falta de entendimiento entre Javi Benítez, que salía a blocar el esférico, y Luis Martínez, que retrocedía sin ver a su portero, provocó que el lateral quisiese despejar. Lo hizo con tan mala fortuna que el cuero cayó en el punto de penalti en las botas de Primo, que, a puerta vacía, no perdonó el fallo.

Al igual que en la primera parte, en el inicio de la segunda el bando gallego golpeó en otra acción por la banda derecha. Roque porfió ante un balón que parecía que se perdía por línea de fondo, del que Kristian prácticamente se había desentendido, y con un taconazo lo devolvió al campo. Parapar recibió y con un tiro cruzado, desde el pico del área, que entró tras tocar en el segundo palo, dejó la empresa de conseguir sumar en el Vero Boquete de San Lázaro en una misión casi imposible.

Con el 4-1 naufragó el cuadro preparado por José María Hernández. Javi Benítez se vio exigido por sendos disparos de de Escudero y de Jordan, mientras que el Salamanca UDS apenas podía cruzar el medio del campo con el cuero dominado y con la sensación de poder hilvanar alguna acción que le volviese a meter en el choque.

Cuando peor estaba, Iban Ribeiro y su lucha devolvió la ilusión. Persiguió un balón en largo, cruzado, desde el centro del campo, pisó área y con un zurdazo volvió a recortar diferencias. Se atrevió el equipo visitante a intentar colgar balones y jugar directo, pero no consiguió sobreponerse a un rival que se mostró ordenado en la retaguardia y supo golpear en momentos claves.