Cuando el mar bañaba la Sierra de Francia

En pleno corazón del Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia, y dentro de la Reserva de la Biosfera que forman las sierras de Béjar y de Francia, se encuentra Monsagro, una pequeña localidad en la falda de la Peña de Francia que sorprendentemente se ha convertido en un referente en el mundo de la geología y paleontología. Prueba de ello es su centro de interpretación, con decenas de fósiles que dan una idea de lo fue este lugar hace millones de años.

Y es que para comprender lo que es hoy la localidad hay que hacer un viaje en el tiempo de nada menos que 480 millones de años para descubrir que entonces el mar cubría buena parte de la Península Ibérica. Este viaje a través del túnel del tiempo es el que realiza el visitante nada más poner un pie en este Museo de los Mares Antiguos de Monsagro.

Desde que abriera sus puertas en 2018, el centro ha ido ganando visitantes gracias a su originalidad (está ambientado en el fondo del mar) y también a la divertida manera en que cuenta la historia de los fósiles que alberga, como sus famosos trilobites (una clase de artrópodos del Paleozoico), a los que incluso se puede “cazar” a través de un juego de realidad virtual.

El centro se divide en salas que cuentan la historia de las diferentes especies marinas que en su día habitaron la zona, además de un mirador desde donde ver el lugar del que se sacaron muchos de los restos fósiles que hoy alberga el centro. Así lo explican Andrea Vila y Francisco Fernández, encargados de acompañar al visitante en un “paseo” de 45 minutos por los antiguos mares de Monsagro.

Para completar la experiencia, la localidad cuenta con una ruta didáctica que muestra en calles, casas y fuentes las huellas de los habitantes marinos que un día habitaron esta zona. Se trata de un original recorrido urbano a través de las señales que dejaron los trilobites en las piedras que hoy adornan las fachadas de Monsagro.