Ante un paro cardíaco disponer de los medios adecuados define quien sobrevive y quién no

 Ante un paro cardíaco disponer de los medios adecuados define quien sobrevive y quién no


Se estima que anualmente se producen en España 52.300 paradas cardiacas, de las que el 57% se produce fuera de los centros hospitalarios. De ellos, apenas unos 4.000 consiguen recuperarse y llegar con vida al hospital y de estos, el 62% sobrevive, pero el 31% lo hace con un estado neurológico desfavorable o muy desfavorable.

 necesarios para garantizar la mejor atención a estos pacientes.

En la primera parte de este proyecto se realizó una encuesta con el fin de conocer la posible variabilidad en la práctica clínica en los procesos de tratamiento de pacientes tras un paro cardiaco extrahospitalario en los diferentes servicios de Unidades de Cuidados Intensivos y de Cardiología de hospitales a nivel nacional, y finalmente, a raíz de los resultados, se realizó un análisis de costes con el fin de conocer la carga económica que supone la parada cardiaca en España y el coste eficiencia de esta en relación con las medidas recomendadas por el organismos internacionales.

Apenas hay un 50% de hospitales con protocolo escrito

La encuesta reflejó que, de aquellos pacientes que llegan vivos al hospital después de haber sufrido una parada cardiaca, el 62% sobreviven, pero el 31% lo hace con un estado neurológico desfavorable o muy desfavorable.

También mostró que hay una enorme variabilidad, tanto en los medios disponibles como en las técnicas empleadas en los hospitales participantes, que dificulta la implantación de los más altos estándares en materia de cuidados postresucitación, tal y como se definen en las guías clínicas internacionales.

La variabilidad es especialmente acusada en el control de temperatura y el uso de sistemas avanzados de control de ésta; a pesar de que la existencia y utilización de protocolos escritos y sistemas avanzados de control de temperatura arrojan como resultado una mayor adherencia a las guías clínicas y, sobre todo, unos mejores resultados neurológicos para los pacientes.

El problema que hay con las enfermedades críticas es que no hay muchos ensayos clínicos que te permiten demostrar una eficacia incuestionable, señala Esteban López de Sá, del
Hospital Universitario La Paz de Madrid

Pero, asegura este experto, «se ha visto que para eso hay unas guías de práctica clínica que se realizan con la evidencia y que muestran cómo hay que tratar a este tipo de enfermos y se ha visto que, seguir las guías de práctica clínica, tiene mejores resultados». Esto no es una idea original ya que se hace en otros países como Alemania, Francia, Dinamarca o en algunas zonas de EE.UU.

Contar con un protocolo de manejo de control de temperatura avanzado, que el centro tenga la posibilidad de realizar un cateterismo cardíaco, porque la mayoría de las veces la patología es una patología coronaria, y la capacidad de evaluar las posibilidades de recuperación de un paciente son los requisitos mínimos que deben contemplarse, según este experto.

Así, añade López de Sá «en los centros en los que se aplica este tratamiento mejoran la media de pacientes sin daño neurológico al alta y se incrementa aún más si incorporan sistemas avanzados. Es decir, el uso de sistemas de control de temperatura integrado en un manejo global del paciente podría suponer evitar que, cada año, 235 pacientes que han sobrevivido al paro cardiaco abandonen el hospital con daños neurológicos graves y ganar cerca de 7 meses de vida en perfecta salud por paciente».

Pero el problema, detalla este experto, es que apenas hay un 50% de hospitales con protocolo escrito. «Es una cifra bastante baja; si no está escrito, depende un poco del facultativo que esté, lo que hace que haya porque eso está la variabilidad».

Debido a que se trata patología con una mortalidad alta, «el hecho de disponer los medios o no puede definir que una persona viva o muera, o que sobreviva como secuelas importantes», apunta este experto.

En su opinión, hay que hacer como lo que se ha hecho con el infarto o el ictus.

«En el paro cardíaco se ha centrado mucho en las actuaciones en instruir a la gente que llame a los servicios de emergencias, en enseña a hacer una reanimación cardiorrespiratoria o en poner desfibriladores, pero se ha olvidado un poco que tiene la atención hospitalaria. Parece que con la primera fase es suficiente».



Fuente de la noticia: Pulsa para ver la noticia en el periódico que ha sido publicada.

(Salamanca Realidad Actual es un lector de noticias FEED que unifica las noticias de diferentes periódicos sobre Salamanca. No hemos redactado ninguna de las noticias aquí publicadas y la totalidad de el copyright de esta noticia pertenece a: www.abc.es y (abc) ).

Salamanca Realidad Actual

https://salamancarealidadactual.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *