Un lotero de Ciudad Rodrigo se enfrenta a 5 años de cárcel por hundir el negocio familiar

Un lotero de Ciudad Rodrigo se enfrenta a una condena de cinco años de prisión, 15.000 euros de multa, más de 236.000 euros de indemnización y las costas procesales por un delito de apropiación indebida de especial gravedad. La Fiscalía le acusa de detraer durante meses parte del dinero de la venta de loterías y otros juegos expedidos por la administración que regentaba junto a su prima -un año uno y otro año otro- hasta ser finalmente descubierto, con el consiguiente desaguisado para su familiar.

Según recoge el fiscal en su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, el acusado, de iniciales A.F.R., y su prima, constituyeron mediante escritura pública una sociedad para la comercialización de los juegos de loterías y apuestas del estado, cuyo punto de venta estaba radicado en Miróbriga y dependía de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) como gestora oficial y supervisora.

Con motivo de desavenencias entre el acusado y su prima, ambos decidieron turnarse cada semana al frente del establecimiento. Sin embargo, comenzaron a producirse desajustes al cuadrar las cuentas en las semanas en las que el varón regentaba el negocio. Ante ello, los dos socios acordaron mediante un documento firmado por ambos que a partir del 16 de mayo de 2014 el punto de venta fuera regentado alternativamente por el acusado y su prima pero en lugar de en periodos semanales, en periodos anuales.

La primera anualidad le correspondió por sorteo a la mujer y la segunda al varón, a partir del 15 de mayo de 2015, con todas las cuentas cuadradas y en orden, de forma que el acusado firmó su plena conformidad con el recibo y el documento de cese en la gestión de la anterior administradora. Además, para ello, un cerrajero instaló nuevas cerraduras en el negocio, cuyas únicas llaves quedaron en poder de A.F.R.

A partir de entonces, el acusado iba detrayendo parte del dinero de la venta de loterías y otros juegos expedidos por la Administración de Loterías, que regentaba, hasta que al llegar la última semana de diciembre de 2015, en la que tenía que haber liquidado con la SELAE lo efectuado esa semana, a caballo entre el sorteo extraordinario de Navidad -recién celebrado- y el del Niño -a punto de celebrarse-, se encontró dicha entidad pública con que no existía remanente en cuenta suficiente para tal liquidación y sí un descubierto cifrado, en aquel momento, en 132.787’59 euros.

Como la SELAE requería el inmediato reintegro de dicho descubierto, so pena de retirar la concesión del mismo, el acusado se negó a dar explicaciones del dinero que faltaba, por lo que su prima tuvo que efectuar rapidísimas gestiones para traspasar o vender la administración, pues de lo contrario no solo seguiría el descubierto -previsiblemente incrementado con la liquidación final de la Lotería del Niño-, sino que el propio negocio desaparecería sin posibilidad de venta o traspaso, pues la SELAE , tras retirar la concesión, podría adjudicarla a quien quisiera sin que los antiguos concesionarios recibieran cantidad alguna por ello.

Por este motivo, tras anunciar que el mismo estaba en venta o traspaso, en los primeros días de 2016 logró que unos compradores y sus esposas ingresaran en la SELAE la cantidad adeudada para evitar que la concesión decayera y adquirieran dicha concesión, quedando la socia inicial como simple empleada.

Previamente, el acusado consintió en firmar un documento, incorporado en el que se responsabiliza del descubierto existente (sin especificar cantidad concreta, pues en ese momento faltaba acreditarla) y consentía en el traspaso y venta de la administración de loterías, sin recibir nada a cambio.