La joya oculta del Barroco próxima a ver la luz en Salamanca

Aunque el interior de la capilla de El Carmen ya se encuentra completamente reformado, las obras en la residencia contigua impiden observar aún el pórtico del desaparecido convento de San Andrés realizado por Churriguera, que permanece oculto desde mediados del siglo XX cuando se añadió el edificio contiguo que hasta la actualidad ha cumplido funciones de seminario y residencia universitaria.

Si los trabajos de la capilla han sido largos, los de la residencia continúan dilatándose en el tiempo ya que suponen la incorporación del cableado y el amueblado de un edificio de grandes dimensiones. El proyecto, aprobado por la Comisión Territorial de Patrimonio y el visto bueno de la licencia de obra municipal, contempla la eliminación del cerramiento del patio que oculta el pórtico sur para generar un espacio con una perspectiva suficiente para la observación de la portada, equivalente a un edificio de tres plantas.

El objetivo, según la memoria justificativa presentada por el arquitecto Ricardo Alonso, es que la visión de la portada de Churriguera sea posible, de forma habitual, accediendo directamente desde la iglesia del Carmen de Abajo. Entre los elementos más característicos se encuentran el escudo de la Orden del Carmelo custodiado por dos querubines.

La propuesta también incorporará la sustitución del muro de fábrica de ladrillo existente frente al pórtico, a partir de la planta primera, por un cerramiento acristalado, tipo muro cortina generando una sala de estar que permita disfrutar de la visión de la portada también desde arriba. Para proteger de la climatología y de la acción de los excrementos de las aves también se instalará un lucernario de aluminio acristalado.

Tras la pandemia, el carmelita Sandro López se muestra cauto y prefiere no poner fechas, aunque espera que sea una realidad “cuanto antes”. Lo cierto es que tras haber superado los escollos administrativos y haber centrado sus esfuerzos en la capilla, los trabajos se encuentran en la recta final para poner a disposición de los salmantinos esta joya barroca.