¿Los combustibles de nuestros vehículos pueden caducar? Descubre si es mito o realidad

El automóvil es uno de los útiles más usados por la mayoría de personas adultas a lo largo de la semana. Ya sea para desplazarse al trabajo, hacer la compra o cualquier otra actividad, los vehículos nos acompañan día a día. Y para que esto sea así hay que llenar el tanque de combustible cada cierto tiempo. Si eres de los que usan el coche a diario nunca te has preocupado si el carburante de tu vehículo caducaba o no, sin embargo, para muchas personas que dejan mucho tiempo el coche sin moverlo esto se debería volver una inquietud recurrente.

El diésel o la gasolina de nuestro depósito sí que caduca y el tiempo varía según dónde hayamos repostado. Si lo hemos hecho en las llamadas gasolineras ‘low cost’, ese combustible carecerá de aditivos y podrá caducar en un plazo que oscila entre los tres y seis meses. Si en cambio optas por reporstar en cadenas de gasolineras ‘premium’, los muchos aditivos que tiene ese carburante posibilitarán que este dure hasta los doce meses antes de caducar.

La caducidad se debe a que estos líquidos cuentan con un gran número de sustancias muy volátiles que, con el paso del tiempo, se oxidan y se convierten en residuos sólidos en nuestros depósitos. Algo que se puede incluso acelerar por agentes externos como el calor o el sol.

El hecho de que caduquen debería ser una preocupación para aquellos que mueven poco sus vehículos, ya que estos se pueden ver afectados y surgir averías por permitir que el carburante llegue hasta ese punto. La oxidación de los combustibles y la formación de sustancias sólidas en el fondo del depósito pueden provocar importantes averías en el sistema de inyección.