En los estadios de fútbol y pabellones de baloncesto

El Consejo de Ministros aprobó este jueves en una reunión extraordinaria un real decreto-ley que permite la vuelta del público a los estadios de la Liga de Fútbol Profesional -concretamente, en la Primera y la Segunda División- y de la Liga ACB de baloncesto para la próxima temporada.

Servimedia/Ical.- La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros los contenidos del real decreto-ley, que supone, entre otros aspectos, que este sábado dejará de ser obligatorio llevar mascarilla al aire libre siempre que se pueda guardar la distancia interpersonal mínima de un metro y medio.

Además, apuntó que la norma suprime el artículo 15.2 de la llamada ‘ley de nueva normalidad’, aprobada en marzo de 2020, de manera que se permitirá la afluencia de público en los estadios de las ligas profesionales de fútbol y baloncesto al inicio de la temporada 2021-2022.

Desde este sábado no será obligatorio llevar mascarillas al aire libre cuando se mantenga una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros, salvo cuando se esté con personas convivientes, que en ningún caso están obligadas a portarlas.

No obstante, la mascarilla seguirá siendo obligatoria en espacios públicos (como bibliotecas, por ejemplo) o de uso al público (farmacias o supermercados), así como en medios de transporte público, incluidos los teleféricos. En el caso de los barcos, no será obligatoria en camarote, pero sí en cubierta cuando no se mantenga la distancia de 1,5 metros.

Respecto a las residencias de personas mayores y centros de personas con discapacidad, los residentes no estarán obligados cuando esos centros tengan una cobertura de vacunación superior al 80 por ciento, pero sí quienes trabajan en ellos y los visitantes. Tampoco es requisito imprescindible llevar la mascarilla en lugares de trabajos esenciales cuando se supere ese 80 por ciento de vacunación, como, por ejemplo, un parque de bomberos.

Para Darias, este real decreto-ley va a significar que «las mascarillas dejen paso de nuevo a las sonrisas». «Es una medida que nos acerca a la normalidad, con prudencia, y además, nos da alegría colectiva. Nuestras sonrisas volverán de nuevo a las calles», subrayó.