Caja Rural de Salamanca aprueba por unanimidad las cuentas de 2020 durante su Asamblea General de Socios

Caja Rural de Salamanca celebró este viernes, 28 de mayo, su Asamblea General de Socios, aplicando «todas las medidas y recomendaciones de las autoridades sanitarias». Según informó posteriormente la entidad financiera, tras un «detallado y transparente» balance del ejercicio 2020, se aprobaron por unanimidad las cuentas anuales del mismo.

Durante la Asamblea hubo tiempo para las intervenciones de Ernesto Moronta Vicente, presidente de Caja Rural de Salamanca, y de la directora general de la entidad, Isabel Martín Arija. Ambos realizaron un «balance positivo» del ejercicio 2020 pese a la «compleja situación» marcada por la pandemia del COVID-19.

Las primeras palabras del presidente fueron destinadas, de hecho, a los más afectados por la crisis sanitaria. «Quiero transmitir mi pésame a todas aquellas familias que han perdido a algún ser querido y dar mucho ánimo a todas aquellas que todavía están sufriendo las consecuencias del virus» manifestó.

En un año tan complicado, marcado por la inestabilidad, Moronta destacó que desde la cooperativa de crédito se ha prestado «un servicio esencial» a toda la sociedad, apoyando a los socios y clientes «cuando más lo necesitaban» y con todas la oficinas «sin excepción» abiertas. «Hemos financiando y dado liquidez, tanto con líneas propias como con las del Estado, hemos tramitado moratorias y anticipado pensiones y subsidios de desempleo. Hemos estado cerca de verdad, al lado de nuestra gente», enfatizó.

Resultado favorable

Con este «esfuerzo» desarrollado por parte de la entidad y su «ágil y rápida» adaptación a las circunstancias, el ejercicio 2020 se cerró con un resultado favorable de 3,89 millones de euros. La directora general, Isabel Martín Arija explicó, en este sentido, que se efectuó una provisión extraordinaria de 1,5 millones de euros con el objeto de «cubrir el potencial impacto económico de la crisis generada por la pandemia».

Martín Alija indicó asimismo que «el volumen de negocio de la entidad se elevó un 7,02 por ciento, alcanzando los 1.881 millones de euros, y continuando con el crecimiento experimentado en los últimos años». En relación con el activo total, la directora general destacó que «la cifra asciende a 1.166 millones de euros, importe que refleja un incremento del 11,15 por ciento sobre la cifra de balance del ejercicio anterior».

«Los depósitos de la clientela superan por primera vez en la historia de Caja Rural de Salamanca la cifra de los 1.000 millones de euros, que suponen un incremento del 12,25 por ciento, confirmando así la confianza que los clientes tienen depositada en nuestra entidad», celebró la directora general.

«Fortaleza y compromiso»

Durante la Asamblea también se puso de manifiesto la «fortaleza y compromiso» que la Caja tiene con empresas, particulares y «con la sociedad en general» ,ya que el crédito a la clientela superó los 556 millones de euros, creciendo un 1,41 por ciento respecto a 2019, principalmente como consecuencia del aumento del crédito a empresas y pymes.

Por otro lado, el movimiento registrado en 2020 referido al Fondo de Educación y Promoción se centró en actividades de promoción sociocultural y cooperativismo. Cuotas satisfechas por asociacionismo cooperativo, diferentes colaboraciones con entidades y organismos públicos, asociaciones culturales o agroganaderas, ONG`s y asociaciones sin ánimo de lucro, así como el fomento de actividades deportivas y culturales.

Según destacó Martín Arija, también resultó «muy relevante» la aceleración del proceso de digitalización por parte de los clientes. «Llevamos años desarrollando e invirtiendo en nuestra estrategia digital y la situación no nos ha pillado desprevenidos. Eso sí, sin perder nuestra esencia: la excelencia en el servicio y nuestra famosa y reconocida cercanía», incidió.

Por su parte, la presidenta del Comité de Riesgos y Auditoría de la Entidad, la consejera Elena Borrego Pérez, informó que se auditaron las cuentas anuales de Caja Rural de Salamanca, comprendiendo el balance a 31 de diciembre de 2020, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios de patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria correspondientes al ejercicio terminado a dicha fecha. Asimismo, se aprobó el abono de la remuneración de las aportaciones del ejercicio 2019, no realizadas por recomendación del Banco Central Europeo y del Banco de España, al igual que las del ejercicio 2020.

En definitiva, según resumió la entidad financiera, este viernes tuvo lugar «un análisis del pasado y una mirada clara hacia el futuro». «En pocas palabras: ser la banca de proximidad y cercanía que todos quieren ser», concluyó Caja Rural de Salamanca.