Borregos

 Borregos


Me despierto el domingo, bebo un café y como fiel tuitera me conecto a esta red social. Al mirar las tendencias encuentro una que me llama poderosamente la atención: #Salamanca. Durante unos instantes me invade un sentimiento ambivalente y de duda. ¿Será el barrio de Salamanca de Madrid? ¿O nuestra ciudad? Y en este segundo caso, ¿cuál será el motivo?

Nerviosa y curiosa pulso en el # y me quedo absolutamente desolada cuando observo la razón. Miles de personas que cual borregos -según las acepciones segunda y tercera del DLE-, llenan nuestra maravillosa Plaza Mayor con cantos y gritos que celebran el fin del estado de alarma. Muchos sin mascarilla y sin distancia social, actuando como si la COVID-19 ya no existiera, igual que si fuese un ser inteligente y autónomo que hubiese leído el BOE y decidido desaparecer al finalizar la alarma.

Siento cabreo, rabia e indignación ante tanta inconsciencia e irresponsabilidad que no solo nos convierte en tendencia, sino que abre telediarios nacionales, protagoniza las portadas de importantes medios de comunicación digitales y da la vuelta al mundo. ¡Y luego nos extrañamos de que determinados países no nos consideren un destino turístico seguro!

No entiendo la celebración ni la fiesta de estos miles de descerebrados, el virus sigue con nosotros, contagiando cada día y aumentado las muertes. No existe nada que festejar y me planteo que demasiado poco nos pasa cuando no somos capaces de cumplir las normas en un momento tan crítico, fundamentalmente por la crisis sanitaria, a la que debemos añadir la social y la económica.

Y me pregunto cuáles serán las consecuencias epidemiológicas, es decir, cuántos de esos borregos se habrán contagiado, a cuántas otras personas que estaban tranquilamente en sus casas harán enfermar, cuántas tendrán que ingresar en planta o en la UCI e incluso quienes morirán. Estos borregos se cachondean del sistema, de los enfermos, de los familiares y amigos de los muertos, de los que se cuidan, pero sobre todo y fundamentalmente de quienes nos cuidan. El personal sanitario está agotado, desbordado, cansado, deprimido y ya no puede más. Los borregos han olvidado los aplausos. ¡Qué lejos quedan!

Y al final le encuentro, fina ironía, una virtud a la manifestación de los borregos, y es que ya habemus rebaño, ahora solo nos falta la inmunidad, aunque a mí, por razones evidentes, me gusta mucho más lo de inmunidad de grupo.

PS: No sé por qué es noticia de portada que alguien se corte la coleta, que últimamente era moño. ¡Ni que fuera un torero!



Fuente de la noticia: Pulsa para ver la noticia en el periódico que ha sido publicada.

(Salamanca Realidad Actual es un lector de noticias FEED que unifica las noticias de diferentes periódicos sobre Salamanca. No hemos redactado ninguna de las noticias aquí publicadas y la totalidad de el copyright de esta noticia pertenece a: www.lagacetadesalamanca.es y ).

Salamanca Realidad Actual

https://salamancarealidadactual.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *