Salamanca se queda sin bancos: 200 oficinas menos en los últimos diez años

Los efectos de la pandemia han acabado por tener consecuencias en el sector financiero. Si en los primeros trimestres del año pasado parecía haberse paralizado el proceso de desaparición de sucursales que en Salamanca se arrastra desde la anterior recesión, los últimos meses de 2020 confirmaron que se trataba solo de un breve respiro. Entre octubre y diciembre del año pasado echaron el cierre una veintena de oficinas en la provincia, según recoge el Banco de España, lo que ha situado el total de sucursales bancarias en menos de la mitad de las que había en 2008.

La pérdida de oficinas afecta por igual a toda Salamanca, incluida la capital, aunque es en las pequeñas poblaciones donde más repercusiones tiene. La desaparición del banco en este tipo de localidades implica que los vecinos han de desplazarse a otro pueblo, a veces situado a decenas de kilómetros, para realizar cualquier gestión. La otra alternativa es utilizar la banca digital de la entidad, pero con dos obstáculos. Por un lado, que muchos de los habitantes del municipio suele ser de avanzada edad y cuentan con poco o ningún conocimiento de informática. Y también porque la cobertura de internet de calidad en la mayoría del medio rural salmantino resulta muy deficiente.

Precisamente, la digitalización del sector representa una de las causas de la desaparición de sucursales. Las entidades financieras llevan una década potenciando sus servicios digitales para relacionarse con el cliente, reduciendo cada vez más el tiempo en el que atienden de forma presencial para gestiones de trámite. La pandemia, además, ha potenciado todavía más este modelo, ya que más personas que no estaban habituadas a relacionarse por esta vía con su banco lo han tenido que hacer en el último año por las limitaciones sanitarias o las impuestas por el propio banco.

Hay además otra razón que ha llevado a que a final de 2020 solo quedaran en Salamanca 198 oficinas operativas, frente a las 408 que había en 2008. Las fusiones que en los últimos años se han acordado en el sector han provocado el cierre de sucursales porque había solapamientos.

Todo apunta a que en 2021 continuará la pérdida de entidades porque la apuesta de la banca por la digitalización y las fusiones se ha redoblado a raíz de la pandemia. De hecho, ya hay en marcha varios procesos de unión entre entidades con gran presencia física en la provincia, a lo que se suma el anuncio de las firmas de más cambios para ofrecer más servicios a través de las nuevas tecnologías. Un hecho que ha obligado a intervenir incluso a las administraciones públicas, que han ideado fórmulas para que los vecinos ubicados en el medio rural puedan seguir realizando sus gestiones de manera presencial.