El teletrabajo, un ‘bache’ en el crecimiento del Parque Científico

La pandemia ha propiciado un cambio en el modelo organizativo de las empresas. Cuando estalló la crisis de la covid hace ya más de un año se impuso el teletrabajo, en principio se pensó que sería algo provisional, sin embargo, las grandes corporaciones han asumido la nueva modalidad de trabajo “online” y sus consecuencias han tenido su fiel reflejo en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca en la localidad de Villamayor, que ha pasado de colgar el cartel de “completo” a contar con espacios disponibles.

“En lugar de incorporar a toda la plantilla, algunas empresas han optado por combinar el teletrabajo con el trabajo presencial, por lo que los empleados acuden rotativamente por grupos, departamentos o equipos de trabajo, lo que les permite mantener en su oficina la distancia de seguridad entre trabajadores, además de mantener los grupos burbuja dentro de la empresa para que, en caso de contagio, puedan identificar rápidamente los contactos directos dentro de la empresa”, explica Teresa Jiménez, gerente del Parque Científico, que comenta que la infraestructura de la Universidad se ha adaptado a este cambio “centrándose en el diseño de espacios de trabajo polivalentes focalizados en la flexibilidad”. Además, el Parque ha intensificado sus actuaciones para ofrecer todas las garantías de seguridad en limpieza, renovación de aire, higiene y limitación de aforo en zonas comunes, distancia de seguridad y control de acceso.

Tanto la gerente del Parque Científico como el vicerrector de Economía de la Universidad de Salamanca, de quien depende la infraestructura ubicada en Villamayor, aseguran que las cifras de ocupación ahora fluctúan mucho pues las necesidades de las mayores empresas cambian con rapidez.

“Hemos pasado de una situación de cola de espera para poder entrar en las instalaciones del Parque a una situación en la que tenemos algunos espacios disponibles”, reconoce al respecto el vicerrector de Economía de la Universidad de Salamanca, Javier González Benito y calcula que, de seguir así, la ocupación puede reducirse entre un 20 y un 25 por ciento. “El modelo de teletrabajo no va a ser una constante, pero sí que probablemente se empezará a ampliar en unos porcentajes mayores a los que se aplicaba antes y eso significa que las necesidades de espacio cambiarán”, añade el vicerrector de Economía y habla del concepto de “mesa caliente”, de forma que un mismo espacio pueda ser utilizado por distintas personas en turnos diferentes. En cualquier caso, González Benito insiste: “El éxito de Parque Científico no ha sido solo por el mero ofrecimiento de espacios, el efecto ‘networking’ es lo que más valoran las compañías” y se muestra convencido de que cuando pase la crisis sanitaria y económica y se reactive la actividad en el país, “todo volverá a su cauce”.

Como consecuencia, el vicerrector de Economía de la Universidad de Salamanca apuesta por adaptarse a la nueva situación con mayor flexibilidad, pero descarta, por el momento, un cambio radical del modelo del Parque Científico que, además recuerda, ahora tiene unas cuentas completamente saneadas.