El municipio que combina su oferta turística con conocimiento y naturaleza

Hablar de Monsagro es sin duda hablar de un legado muy particular. El municipio recoge el pasado más lejano del entorno a través del Museo de los Mares Antiguos de Monsagro, que cada vez impulsa más iniciativas e incorpora más recursos tecnológicos a la experiencia, que permiten conocer a los trilobites, los artrópodos extintos que poblaron las profundidades de los mares hace 640 millones de años.

Su Centro de Interpretación encuentra su apéndice por muchos rincones, ya que paseando por el mismo y siguiendo las señalizaciones es posible completar una ruta urbana descubriendo las numerosas cruzianas, huellas fósiles de estos seres marinos, recuperadas e integradas en las fachadas de las casas y en una de las fuentes. la experiencia incluye hasta un videojuego a través de la app MonsaGO!.

Para los que tienen hambre de naturaleza viva, y no pasada, Monsagro oculta múltiples opciones de senderismo para descansar de la vida urbanita, y de hecho recientemente ha adecuado un nuevo sendero al nacedero del río Agadón, uno de los puntos clave y más concurridos en lo que se refiere al turismo de naturaleza. Por otro lado, la GR-10 abre un abanico de cinco propuestas según la dificultad deseada y el tiempo disponible, desde las seis horas entre ida y vuelta hasta las dos horas, pudiendo trazar trayectos circulares, lineales, en terreno de suaves desniveles o ejercitando las piernas con acentuadas subidas.

Los amantes del senderismo tienen en Monsagro un variado muestrario para deleitarse, con el añadido de ser rutas muy poco transitadas, carentes de la masificación de otras más conocidas dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra De Francia al que pertenece Monsagro, todo un lujo para quien guste de disfrutar de la tranquilidad y de lo autentico en soledad, sin tener que guardar cola para acceder. La primera y más larga opción del tramo del GR-10 parte del pueblo y termina en el santuario mariano de Peña de Francia. Arranca en la plaza hacia el este, toma la calle El Chorro para acceder al camino propiamente dicho, a la izquierda del edificio del Centro de Interpretación.

A lo largo de la ruta el senderista se encontrará con las ruinas de un molino harinero, un corral de colmenas, el puente de la Yunta por donde pasaba el antiguo camino hacia el pueblo de la Alberca, el corral del Palero, antes del ascenso al Paso de los Lobos y de allí hasta la Peña de Francia. Además Monsagro puede presumir de contar con las eras más atípicas que se pueden ver: treinta parcelas concéntricas separadas por muros de pizarra y levantadas en bancales que miran al río Agadón.

Contenido patrocinado por el Ayuntamiento de Monsagro