Don Celestino Lurueña, párroco e inventor

Nace don Celestino Santiago Lurueña Martín en Alba de Tormes el 23 de mayo de 1886 y estudia Sagrada Teología en el Seminario Pontificio de Salamanca, ordenándose sacerdote el 23 de octubre de 1921. A lo largo de su vida sacerdotal recorre las siguientes parroquias salmantinas: Martinamor a partir del 14/07/1922; Mogarraz desde 06/05/1927; Aldealengua desde 11/01/1935; Zarapicos desde 02/04/1941 y Aldehuela de la Bóveda desde 10/02/1949 hasta su jubilación el 31 de mayo de 1978, viviendo en Salamanca en el pasaje de la Caja de Ahorros 7, hasta su fallecimiento.

Recién llegado como ecónomo a Martinamor bautizó al niño Rafael Antonio Salazar Motos, luego el célebre cantaor “Farina” que puso música a su pueblo de nacimiento en: “Martinamor es mi pueblo / muy cerca de Salamanca / donde nació un churumbel / entre fandangos y palmas…”. A don Celestino le dedicó unos versos, años más tarde en un homenaje, el dueño del pajar de la calle del Bonito donde nació el cantaor, Aníbal Boyero Benito: “Y cuando canta Farina / por esos mundos de Dios / con qué alegría lo canta / mi pueblo Martinamor. / Don Celestino Lurueña / cura de la localidad, / de moro le hace cristiano / con muy buena voluntad…”.

Durante su estancia en Aldeadávila, con los anejos de Tejadillo y Villar de los Alamos, montó una imprenta donde recuperó viejos libros y misales. No entiendo la lápida de mármol que le dedicó este pueblo y que dice: Los feligreses de Aldehuela de la Bóveda / a su párroco don Celestino Lurueña / con motivo de sus bodas de plata / en este pueblo/ 25-11-1949 — 25-11-1974. Si su ordenación sacerdotal fue el 23 de octubre de 1921, no coinciden las fechas, ni el día, ni el mes, ni el año.

Es Nicolás Dorado de las Heras, (El Guarda Mayor) que fue director de LA GACETA, quien nos muestra la faceta de inventor de don Celestino, cuando en su libro “Hombres y Paisajes Salmantinos” escribe: “¿Quién nos iba a decir que aquí, en la Aldehuela de la Bóveda nos íbamos a encontrar con el inventor de ese feliz juguete de la pistola de agua? Pues para que lo sepas a don Celestino le pisó la primera patente de agua que salió al mercado un vivillo de Santander, un “cuco”. ¿Y qué me dices del tapón de botella aspirante impelente?… Un porcentaje de la venta de este tapón le ha valido ese cochecillo “Seat” que él estima más que la bicicleta o la caballería, medios de locomoción que muchas veces usó en sus largos años de párroco rural. ¿Y qué me dices de la famosa lámpara “Luña”, que luce durante 48 horas, batiendo el récord de la economía petrolífera? Con decirte que industriales de Llodio y Areta-Llodio están interesadísimos en comprarle la patente ya está dicho todo”. Se extendió su uso para el alumbrado del Santísimo Sacramento por toda España.

El 20 de setiembre de 1956 fue inaugurada por el Generalísimo Franco la ermita que bajo la advocación de Santiago Peregrino, fue construida por el arquitecto Eduardo Lozano Lardet en el Campo del Hospicio de la finca de san Fernando, junto al barracón de 8 x 4 m donde reunida la Junta de Defensa Nacional había sido proclamado Franco, Generalísimo de los Ejércitos, una semana antes de que el 28 de setiembre de 1936 lo fuera como Jefe del Gobierno del Estado Español. El encargado de atender la ermita fue don Celestino.

El apóstol Santiago fue guiando los pasos de don Celestino, no solo en su segundo nombre, sino en las iglesias parroquiales de Aldealengua y Zarapicos que se encuentran bajo su patronazgo.