Una inyección hormonal muestra su potencial anticonceptivo en felinos

Una terapia que ha demostrado prevenir los embarazos en felinos puede abrir una nueva línea de investigación para lograr un método anticonceptivo definitivo para los humanos.
La técnica, explican los investigadores del Hospital General de Massachusetts en un estudio publicado en «Nature Communications», se basa en la inyección de una dosis única de un vector viral que contiene hormona antimülleriana (AMH), una hormona natural, que evitó la ovulación y la concepción en gatas durante al menos dos años.
Durante investigaciones previas para evaluar la AMH como método para proteger la reserva ovárica en mujeres que reciben quimioterapia, el autor principal David Pépin, descubrió que elevar el nivel de AMH más allá de cierto umbral suprimió el crecimiento de los folículos ováricos, previniendo efectivamente la ovulación y la concepción.
«AMH (también conocida como sustancia inhibidora de Müller, o MIS) es una hormona no esteroide natural producida por los ovarios en las hembras humanas y otros mamíferos, y en los testículos en los machos», señala Patricia K. Donahoe, coautora de este estudio.
En 2017, Pépin y sus colaboradores fueron los primeros en publicar el potencial anticonceptivo de la AMH en roedores.
Trabajando con felinos los investigadores crearon un vector de terapia génica viral adenoasociada (AAV) con una versión ligeramente alterada del gen AMH felino para elevar los niveles de AMH.
Las terapias humanas que utilizan vectores AAV similares para administrar varios genes terapéuticos han demostrado ser seguras y eficaces y han sido aprobadas por en EE.UU.
«Una sola inyección del vector de terapia génica hace que los músculos del gato produzcan AMH, que normalmente solo se produce en los ovarios, y eleva el nivel general de AMH unas 100 veces más de lo normal», señala Pépin.
Nuestro objetivo es demostrar que la anticoncepción permanente segura y eficaz en animales de compañía se puede lograr mediante la terapia génica
Philippe Godin
Hospital General de Massachusetts
Los investigadores trataron a seis gatas con la terapia génica en dos dosis diferentes y tres gatos sirvieron como controles. Un gato macho fue llevado a la colonia de hembras para dos pruebas de apareamiento de cuatro meses de duración. Los investigadores siguieron a las gatas durante más de dos años, evaluando el efecto del tratamiento sobre las hormonas reproductivas, los ciclos ováricos y la fertilidad.
Todas las gatas de control produjeron gatitos, pero ninguna de las gatas tratadas con la terapia génica quedó preñada. La supresión del desarrollo del folículo ovárico y la ovulación no afectó a hormonas importantes como el estrógeno. No se observaron efectos adversos en ninguna de las gatas tratadas, lo que demuestra que a las dosis probadas, la terapia génica fue segura y bien tolerada.
«El tratamiento mantuvo altos los niveles de AMH durante más de dos años, y confiamos en que esos niveles anticonceptivos se mantendrán en los animales durante mucho más tiempo», dice el veterinario Philippe Godin, coautor e investigador del MGH. Se necesitan estudios adicionales en un mayor número de gatos para confirmar estos hallazgos prometedores, agrega.
«Nuestro objetivo es demostrar que la anticoncepción permanente segura y eficaz en animales de compañía se puede lograr mediante la terapia génica», concluye Godin.
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