Qué es la artralgia, el efecto secundario más doloroso de las vacunas del Covid-19

 Qué es la artralgia, el efecto secundario más doloroso de las vacunas del Covid-19


A finales de 2022 se cumplieron dos años desde que se administró en España la primera dosis de vacunas contra el Covid-19. Con el proceso de vacunación en la cuarta dosis, cada vez se realizan más estudios sobre los efectos secundarios que provocan las vacunas contra el coronavirus.

Uno de los eventos adversos de las vacunas de ARNm de Pfizzer y Moderna es la artralgia. Es recurrente y los primeros casos conocidos ya se dieron durante el verano de 2021, pero sin gravedad.

Tras varios episodios, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha incluido las artralgias en la lista de efectos secundarios que pueden desarrollarse tras recibir una dosis de la vacuna contra el Covid.

El último Informe de Farmacovigilancia sobre las vacunas frente al Covid-19, publicado el pasado 1 de diciembre, actualizaba los datos al respecto sobre las personas vacunadas. Este informe indicaba que los efectos secundarios notificados con más frecuencia son la fiebre, el malestar, las afecciones del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético (mialgia y artralgia).

Artralgia es el término técnico para el dolor articular que puede ir acompañado de hinchazón y enrojecimiento de la piel. Sus causas son desde traumatismos hasta otras enfermedades como el sarampión o la gripe común. En la Universidad de Johns Hopkins también incluyen como causas esguinces, lesiones, gota, tendinitis y una serie de enfermedades infecciosas, como la fiebre reumática y la varicela.

Estos son algunos de los síntomas presentes en personas con artralgia:

– articulaciones inflamadas.

– aumento de la temperatura en la zona.

– sensibilidad.

– enrojecimiento en la zona del dolor.

– dolor al realizar actividad física.

Las artralgias suelen controlarse con analgésicos, corticoides o antibióticos, aunque también pueden recomendarse masajes terapéuticos o actividad física en las zonas afectadas.

Para el dolor articular no artrítico, tanto el descanso como el ejercicio son importantes. Los baños tibios, los masajes y los ejercicios de estiramiento deben usarse con la mayor frecuencia posible, señala PennMedicine.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón.

Cuándo contactar con un profesional

– si se tiene fiebre que no está asociada con los síntomas de la gripe.

– se han perdido 4,5 kilogramos o más sin intentarlo (pérdida de peso involuntaria).

– el dolor en las articulaciones dura más de varios días.

– se tienen dolor e hinchazón intensos e inexplicables en las articulaciones, especialmente si tiene otros síntomas inexplicables.



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