Descubren que los edulcorantes artificiales pueden provocar alteraciones en el microbioma humano

 Descubren que los edulcorantes artificiales pueden provocar alteraciones en el microbioma humano


Los edulcorantes artificiales nos prometen toda la dulzura del azúcar sin apenas calorías. Un sueño para cualquier goloso. Cuidarse sin renunciar al placer. Hoy en día, además de poder añadirlos al café para apagar la culpa tras una comilona, encontramos estos aditivos en muchos productos ultraprocesados, especialmente en aquellos que se venden como «light» o cero azúcar. Durante mucho tiempo se ha creído que no tienen ningún efecto en el cuerpo humano, pero un equipo de investigadores ha descubierto que estos sustitutos del azúcar no son inertes y, de hecho, algunos pueden alterar los microbiomas de algunos consumidores de manera que cambian sus niveles de glucosa en la sangre.

En 2014, el mismo equipo, liderado por Eran Elinav, inmunólogo e investigador de microbiomas en el Instituto Weizmann de Ciencias y el Centro Nacional del Cáncer de Alemania (DKFZ), ya descubrió que los edulcorantes artificiales influían en los microbiomas de los ratones de manera que podrían afectar sus respuestas glucémicas (efecto que las bebidas y alimentos tienen en los niveles de glucosa en sangre tras su ingesta).

Los investigadores estaban ahora interesados en saber si pasaba los mismo con las personas. Para encontrar respuesta, el equipo evaluó cuidadosamente a más de 1.300 personas en busca de aquellas que evitan estrictamente los edulcorantes artificiales en su vida cotidiana e identificó una cohorte de 120 participantes. Éstos se dividieron en seis grupos: dos controles y cuatro que ingirieron muy por debajo de las cantidades diarias máximas recomendadas por la FDA de aspartamo, sacarina, estevia o sucralosa.

«En sujetos que consumieron edulcorantes artificiales, pudimos identificar cambios muy distintos en la composición y función de los microbios intestinales y las moléculas que secretan en la sangre periférica. Esto parecía sugerir que los microbios intestinales en el cuerpo humano responden bastante a cada uno de estos edulcorantes», señala Elinav. «Cuando observamos a los consumidores de edulcorantes artificiales como grupos, encontramos que dos de ellos, la sacarina y la sucralosa, afectaron significativamente la tolerancia a la glucosa en adultos sanos. Curiosamente, los cambios en los microbios estaban altamente correlacionados con las alteraciones observadas en las respuestas glucémicas de las personas«, añade el autor principal del estudio.

Para establecer la causalidad, los investigadores transfirieron muestras microbianas de los sujetos del estudio a ratones libres de gérmenes, que se criaron en condiciones completamente estériles y no tienen un microbioma propio.

Para el investigador, «los resultados fueron bastante sorprendentes». «En todos los grupos de edulcorantes artificiales, pero en ninguno de los controles, cuando transferimos a estos ratones estériles el microbioma de los individuos con mayor respuesta recolectados en un momento en el que consumían los respectivos edulcorantes, los ratones receptores desarrollaron alteraciones glucémicas que reflejaban muy significativamente las de los individuos donantes. En contraste, los microbiomas de los que tuvieron respuestas más bajas fueron en su mayoría incapaces de provocar tales respuestas glucémicas«, agrega. Estos resultados, dice el investigador, sugieren que los cambios en el microbioma en respuesta al consumo humano de edulcorantes no nutritivos pueden, en ocasiones, inducir cambios glucémicos de una manera »altamente personalizada«. »Necesitamos crear conciencia sobre el hecho de que los edulcorantes no son inertes para el cuerpo humano como creíamos originalmente. Dicho esto, las implicaciones clínicas para la salud de los cambios que pueden provocar en los humanos siguen siendo desconocidas y merecen futuros estudios a largo plazo», reconoce Elinav.


Cell/Suez et al

María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), señala que la idea que se deduce de este estudio, y que viene de trabajos anteriores, es que los edulcorantes pueden cambiar la microbiota. Pero se muestra precavida: «De las conclusiones de los autores no podemos decir que los edulcorantes son nocivos para la salud sino que hay respuestas individuales a los edulcorantes: A algunas personas les puede afectar y a otras no. Se necesitan más estudios para ver por qué a esas personas les afecta y cuáles les afectan«.

En opinión de la doctora María Riestra, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), lo interesante del estudio actual es que «por primera vez se ha demostrado que el consumo de edulcorantes produce cambios en la microbiota en humanos, es decir, en los diferentes microorganismos que forman nuestra flora intestinal, y que dichos cambios pueden ser perjudiciales para mantener el equilibrio en los niveles de glucosa, pudiendo predisponer a padecer diferentes enfermedades, como la diabetes tipo 2. De manera sencilla, las bacterias de nuestro intestino se cambian por otras que predisponen al desarrollo de diabetes cuando consumimos edulcorantes artificiales de forma excesiva«.

La doctora Riestra reconoce que los datos aún son preliminares y faltan estudios más significativos antes de revisar las recomendaciones sobre el consumo de edulcorantes, pero aboga por la moderación: «Lo cierto es que los profesionales de la salud debemos promover el consumo de alimentos reales, evitando en lo posible ultraprocesados, ya que en su composición muchos llevan edulcorantes ocultos, como los productos etiquetados como «light» o «aptos para diabetes». Debe limitarse su consumo, pero a día de hoy, un uso muy ocasional no debería ser perjudicial, y siempre será mejor que productos con azúcar, dentro de un consumo mayoritario de una dieta saludable».

Más crítico con el estudio se muestra Francisco Guarner, director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y expresidente de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP). En SMC España, el experto dice que «no es un estudio definitivo ni de gran calidad». «La nueva publicación no es un estudio clínico, sino que es un estudio experimental: la N (el número de individuos en el estudio) es escasa, no enrolaron personas con resistencia a la insulina y utilizan dosis desorbitadas de edulcorante», escribe.

Subraya además que «no detectan este efecto negativo en los individuos que trataron con estevia o con aspartamo. Por tanto, no se debe atribuir el efecto discretamente negativo a todos los edulcorantes».

En su opinión, «solo hay una conclusión aceptable, que además es importante: el hecho de que una sustancia no sea absorbible y que, por tanto, no pase a la sangre, no significa que sea inerte. La sustancia influye sobre la microbiota del intestino grueso y puede inducir cambios negativos o positivos».



Fuente de la noticia: Pulsa para ver la noticia en el periódico que ha sido publicada.

(Salamanca Realidad Actual es un lector de noticias FEED que unifica las noticias de diferentes periódicos sobre Salamanca. No hemos redactado ninguna de las noticias aquí publicadas y la totalidad de el copyright de esta noticia pertenece a: www.abc.es y (abc) ).

Salamanca Realidad Actual

https://salamancarealidadactual.com

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *