Rivero llevará ante la CE los planes de empleo de USAL y Diputación para retener talento fuera de los núcleos urbanos

El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, llevará ante la Comisión Europea la propuesta del Plan de Empleo Juvenil Universitario, desarrollado por la Usal y la Diputación Provincial, como ejemplo de posibilidades para los jóvenes y la capacidad de retener talento fuera de los núcleos urbanos. «La Comisión Europea nos ha pedido que aportemos ideas sobre cuál puede ser el futuro de la innovación en las universidades públicas», y el rector se decantó por esta propuesta ante los egresados que forman parte del programa.

Junto al presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, recibieron esta mañana entre los arcos del Patio de la Salina a una representación de los 104 titulados que forman parte de este Plan de Empleo Juvenil Universitario que desarrolla la segunda edición en la provincia. Con el objetivo de «retener y atraer talento en el mundo rural», ambas entidades colaboran en un «entramado administrativo», según definió Iglesias, en el que demuestran la importancia de una colaboración «pionera» que está a «la vanguardia de las ideas, oportunidades y futuro».

«La colaboración y el trabajo en conjunto entre las administraciones y el trabajo del saber es el futuro de Europa», señaló Rivero, quien añadió que «creo que es un momento para celebrar que las diputaciones provinciales siguen siendo piezas claves en la creación de riqueza y en el mantenimiento del tejido socioeconómico del territorio».

Talento en el mundo rural

Partiendo de esta colaboración, los representantes de ambas instituciones remarcaron ante los egresados la necesidad de retener el talento en el entorno rural y las oportunidades laborales que pueden abrirse en él. «Siempre hablamos de lo rural con connotaciones negativas y para nosotros es el futuro, lleno de oportunidades», afirmó Iglesias, añadiendo que gracias a oportunidades como estas pueden «tirar de una sociedad más alejada, que necesita de más ayuda», pero que no es «ni mejor ni peor que una ciudad, pero que sí ofrece una calidad de vida y un mundo enorme para mejorar la sociedad».

Además, insistió en la posibilidad de «medir la aportación en términos de gratitud de las personas», algo que calificó de más complicado cuando perteneces a una gran corporación en una gran ciudad. A lo que añadió que desde la administración provincial no solo se dedican a «hacer carreteras o planes de financiación». «Nos gusta crear oportunidades en el medio rural. Y si en Salamanca algo tenemos es talento», sentenció, alabando a un plan «pionero» que ya discurre por su segunda edición.

Por su parte, Ricardo Rivero hizo gala de que «hay oportunidades como nunca antes», y recomendó a los jóvenes que cada uno desarrolle su proyecto vital «conforme a sus preferencias», pero que lo compartan con sus compañeros y compañeras. Además, quiso alejar las oportunidades de futuro de los «centros de poder», y de las grandes empresas a las que calificó como «unicornios». «Estoy seguro de que en Salamanca también se pueden desarrollar ideas satisfactorias», matizó, poniendo en valor las ideas emprendedoras y la importancia de la calidad de vida que ofrecen los pueblos de la provincia.

Por otro lado, preguntado por las declaraciones que dio ayer en Bruselas en contra de los ‘microgrados’ propuestos en la nueva reforma universitaria del Gobiernos, señaló que su posicionamiento se basa en que «nadie pretenda sustituir una formación universitaria completa por píldoras formativas». Así, haciendo referencia a los jóvenes que se encontraban en el Patio de la Salina, señaló que «han estado meses desarrollando su trabajo y muchas horas su experiencia profesional». Algo que, matizó, «no podrían tenerlo con formaciones telemáticas y mínimas».

A través de este Plan de Empleo Juvenil Universitario 104 ayuntamiento de la provincia realizaron a lo largo de los dos últimos años contrataciones a los estudiantes de la Universidad de 28 titulaciones de grado diferentes, como ingenieros agrícolas, informáticos, arquitectos, técnicos de apoyo en urbanismo, turismo o profesores de inglés, entre otros. Para ello, la Diputación subvencionó a cada consistorio con un máximo de 15.000 euros durante 24 meses, lo que supone 625 euros al mes, y que cubre con una dotación presupuestaria de 600.000 euros.