Publicada la primera comparación directa de cuatro de las vacunas del Covid-19
Madrid
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Científicos del
Instituto de Inmunología La Jolla (EE.UU.) han publicado el primer análisis comparativo de cómo cuatro tipos de vacunas contra el Covid-19 preparan al organismo para combatir el SARS-CoV-2. Su análisis en profundidad de cómo cambian las células T, las células B y los niveles de anticuerpos en los seis meses siguientes a la vacunación es fundamental para entender cómo proteger a la población en la pandemia actual.
El estudio ha sido publicado en la revista
«Cell».
«Este trabajo es importante porque nos permite responder a cómo se comportan las diferentes vacunas en cuanto a la inducción de respuestas inmunitarias», afirma el investigador Alessandro Sette.
Los investigadores estudiaron las respuestas inmunitarias humanas a las vacunas de ARNm (Pfizer-BioNTech y Moderna), una las basadas en proteínas recombinantes (Novavax) y las basadas en vectores virales (Janssen/J&J).
Las cuatro vacunas de este estudio se diseñaron para preparar al sistema inmunitario para luchar contra el mismo objetivo, la proteína Spike del SARS-CoV-2.
«No estamos puntuando a cada vacuna», dice Daniela Weiskopf. «Este tipo de análisis paralelo nunca se ha hecho antes con personas que recibieron diferentes vacunas al mismo tiempo, en un entorno de la vida real. El mero hecho de comprender las respuestas inmunitarias a estas vacunas nos ayudará a integrar lo que tiene éxito en los diseños de las vacunas en el futuro».
Detalles importantes
Por ejemplo, en cuanto a la producción de anticuerpos, a los seis meses, los que recibieron la vacuna Moderna tenían los niveles más altos de anticuerpos neutralizantes, seguidos por los vacunadas con Pfizer-BioNTech y Novavax. La vacuna de Janssen/J&J produjo los niveles más bajos de anticuerpos neutralizantes.
Sin embargo, células B, los participantes que recibieron la vacuna de Janssen/J&J tuvieron el mayor porcentaje de células B con memoria después de seis meses.
Todos los participantes conservaron un porcentaje similar de células T «auxiliares» CD4+ con memoria contra el virus, mientras que la vacuna Novavax dio lugar a los niveles más bajos de células T «asesinas» CD8+. Se observó una mayor respuesta de CD8+ en los que recibieron las vacunas de Pfizer-BioNTech, Moderna o Janssen/J&J.
En general, después de seis meses, sólo entre el 60 y el 70 por ciento de los participantes conservaban células T CD8+ con memoria.
«Se trata de una evaluación inmunológica muy valiosa y completa de estas cuatro vacunas diferentes», afirma Crotty.
El nuevo estudio confirma que la mayoría de las personas conservan cierta respuesta inmunitaria al SRAS-CoV-2, independientemente de la vacuna que reciban. Los investigadores advierten que esta memoria inmunitaria puede no prevenir la infección, pero parece ayudar a combatir la enfermedad grave.
«Aunque es difícil mantener un alto nivel de anticuerpos neutralizantes a largo plazo, la presencia de una inmunidad celular estable demuestra que el sistema inmunitario puede reactivarse muy rápidamente, en cuestión de días, si se produce una infección», añade Sette.
En el futuro, los investigadores están interesados en los efectos de las dosis de refuerzo en la memoria inmunitaria a largo plazo. Los científicos también están vigilando de cerca las respuestas de las células inmunitarias a las variantes del SARS-CoV-2 y actualmente están analizando las respuestas inmunitarias de las personas que fueron vacunadas y que experimentaron infecciones «de ruptura».
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