Seguridad, logística y montaje de infraestructuras: Esta es la misión de los cuatro militares salmantinos en Antártida

Más de 12.000 kilómetros, varias horas de vuelo y dos cuarentenas separan a los militares Mario Garzón Juan, Rafael Benito Hernández, Oliver Arnau de la Fuente y Adrián López Serna de Salamanca. ¿Su ubicación? Antártida. A través de SALAMANCA24HORAS.COM, el jefe de ingenieros de la XXXV Campaña Antártica del Ejército de Tierra en la Base Antártica Española (BAE) ‘Gabriel de Castilla’ del Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº 11, Mario Garzón Juan, explica cuál es su misión y otras curiosidades sobre la experiencia.

El teniente Garzón, el brigada Benito, el sargento Arnau y el soldado López partieron de Madrid, tras una cuarentena obligatoria, el pasado 13 de diciembre con destino Chile. Una vez allí, se enfrentaron a su segunda cuarentena en un hotel con las correspondientes pruebas PCR para asegurar que no presentaban rastro de la COVID-19. Tras asegurar su negativo, pusieron rumbo a su destino: Antártida. Allí, según explica Garzón, el Ejército de Tierra tiene como misión el mantenimiento y el apoyo de las infraestructuras de la base, así como proporcionar a los investigadores de la expedición la seguridad necesaria en los desplazamientos tanto por el mar como por tierra. Asimismo, también se realizan proyectos en materia de telecomunicación y sanidad en un ambiente extremo como es el de la Antártida.

En concreto, el personal del Regimiento de Especialidades de Ingenieros, según explica Garzón “tenemos el cometido de llevar a cabo los proyectos del desarrollo de infraestructuras. Este año, cuatro personas nos encargamos del montaje del nuevo módulo taller dentro del plan de la renovación de módulos”. Además, los cuatro salmantinos continúan con la misión en la que ya participó en su anterior estancia el teniente Garzón: la consolidación de la línea de costa. “Hace dos años nos encargamos de hacer una consolidación de la línea de costa para impedir que el combate de las olas deteriorara el terreno al estar formado por material volcánico y, este deterioro, causara daños en la base”, comenta. De igual forma, los militares salmantinos también se encargan de labores de logística para facilitar el trabajo de los investigadores.

Otras de las funciones con las que cumplen Garzón, Benito, Arnau y López hasta el final de la misión a principios de abril, es la de descargar el material necesario para el montaje del nuevo módulo taller. Lejos de ser una tarea fácil, estos militares se enfrentan, además de a las condiciones climatológicas extremas, a una limitación en los medios disponibles. Una de las duras experiencias a las que ya han hecho frente y que comparte el teniente Garzón ha sido a la descarga de un contenedor desde las 5:30 del día de Navidad hasta las 5:30 del día siguiente.

Segunda misión en Antártida para el teniente Garzón, primera para Benito, Arnau y López

Como se ha mencionado anteriormente, no es la primera misión en Antártida en la que está presente el teniente Garzón. Desde diciembre del año 2019 hasta finales de marzo de 2020 también desarrolló su labor allí y, a pesar de que “conocer dónde vas ayuda”, Garzón sigue asumiendo como una “gran responsabilidad” su función, ya que “mis mandos han vuelto a confiar en mí”. «Evidentemente afrontas un reto muy grande, estoy en el foco de mis jefes y también en el mediático. Ya no es solo la misión aquí, si no también el trato con la prensa, la visita al Ayuntamiento de Salamanca… Estos retos hacen desarrollarte personal y profesionalmente», confiesa.

Por su parte, es la primera ocasión en la que el brigada Benito, el sargento Arnau y el soldado López pisan Antártida y, según comenta su superior a través de este medio, “lo viven con un ánimo y una motivación tremendamente alta. Consideran, como yo, un privilegio formar parte de esta misión”.

Cabe recordar que los cuatro militares no han llegado a la XXXV Campaña Antártica por casualidad o por suerte. Para desarrollar una buena labor en el territorio, han tenido que demostrar previamente sus capacidades y han sido seleccionados entre el resto de sus compañeros. Así, además de la preparación base para el despliegue en cualquier territorio, han formado parte de varios cursos preparatorios específicos para esta misión. Entre otras cosas, realizaron marchas en la sierra de Salamanca para adaptarse a la climatología o participaron en un curso de navegación para conocer los medios que iban a utilizar.

No puede finalizar este repotaje sin una descripción de Antártida ofrecida por Garzón, el cual considera «absolutamente espectacular» el paisaje que los rodea. «Cuando llegas a Antártida te imaginas todo blanco, pero la isla en la que nos encontramos es volcánica, por lo que también está formada por un manto negro. La sensación cuando llegas es que es otro planeta», confiesa el teniente. Asimismo, tal y como se muestra en alguna de las imágenes, están rodeado de focas y pingüinos que los «acompañan» en esta misión.