La violencia sexual también perjudica la salud cerebral de la mujer
Madrid
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Las experiencias traumáticas, incluida la violencia sexual, se han relacionado con un deterioro de las salud mental y cardiovascular las mujeres a medida que envejecen. Ahora, un nuevo estudio sugiere que también pueden estar relacionados con el riesgo de patología cerebrovascular y que pueden ser precursores de la demencia, accidente cerebrovascular y otros trastornos cerebrales.
Los resultados del estudio se presentan durante la reunión anual de la
Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) en Washington.
Hasta la fecha, se han llevado a cabo pocas investigaciones sobre la relación entre las experiencias traumáticas (en concreto, la agresión sexual) y los indicadores de enfermedades de vasos pequeños en el cerebro, que pueden conducir a enfermedades cerebrovasculares como el ictus.
Este estudio de la
Universidad de Pittsburgh (EE.UU) ha investigado si las experiencias traumáticas estaban asociadas con alteraciones en unos marcadores de la enfermedad de los vasos pequeños del cerebro, las hiperintensidades de la materia blanca (WMH).
Las WMH se pueden detectar décadas antes de los primeros síntomas de demencia, de un accidente cerebrovascular y otros trastornos, lo que las convierte en marcadores precoces de estas enfermedades.
De las casi 150 mujeres de mediana edad que participaron en el estudio, el 68% informó haber tenido al menos un trauma, siendo el más común la agresión sexual (23%).
Después de evaluar los datos, los investigadores concluyeron que las aquellas expuestas a una agresión sexual tenían un mayor volumen de WMH que las que había experimentad este trauma.
Además, los investigadores vieron que la relación entre la agresión sexual y estos marcadores persistieron incluso después de ajustar los síntomas de estrés depresivo o postraumático, lo que sugiere que la agresión sexual sitúa a las mujeres en mayor riesgo de tener una mala salud cerebral.
«Los resultados de este estudio son muy relevantes porque la agresión sexual es una experiencia desafortunada, pero demasiado común para las mujeres; los datos indican que, en promedio, hasta un tercio de las mujeres han tenido esta experiencia. Esta angustiosa experiencia es no solo es importante para la salud mental de las mujeres, sino también para la del cerebro.
Este trabajo es un paso importante hacia la identificación de un factor de riesgo novedoso de accidente cerebrovascular y demencia entre las mujeres», apunta Rebecca Thurston autora principal del estudio.
Y añade que estos resultados no solo subrayan la «necesidad de una mayor prevención de la agresión sexual», sino que también brindan a los profesionales de la salud otro «indicador de quién puede tener un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y demencia en el futuro».
Porque, como se sabe, la identificación de los primeros signos de advertencia de accidente cerebrovascular y demencia es fundamental para proporcionar una intervención eficaz.
«Estudios como este proporcionan información importante sobre los efectos a largo plazo de las experiencias traumáticas en el bienestar general y la salud mental de una mujer», concluye dice la Dra. Stephanie Faubion, directora médica de la
Sociedad Norteamericana de Menopausia.
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