Deslumbra Salvador Herrero en la primera clase práctica de la Escuela en La Glorieta

 Deslumbra Salvador Herrero en la primera clase práctica de la Escuela en La Glorieta


La novísima ilusión de Salamanca se llama Salvador Herrero, que este viernes ha deslumbrado en La Glorieta con unas formas prodigiosas, una torería innata y un sabor impropio de quien acaba de romper el cascarón. Por sí mismo fue capaz de llenar el escenario desde su primera aparición para hacer un quite por chicuelinas al tercero, el novillo de su compañero. Ahí centró ya todas las miradas después de setenta minutos de función y se hizo el amo de la tarde. Se las vio después con un noble y bravo novillo de Ignacio López Chaves, de nombre Buenasuerte. Y se la trajo al nieto de Salvador Herrero, maestro y leyenda de los picadores charros, que midió la bravura de los toros de grandes figuras el último cuarto del siglo pasado en las grandes ferias con toreros como El Viti, El Niño de la Capea o Julio Robles, además de Palomo, Teruel para acabar coronándose con El Juli. La duda queda en quién le dio más suerte a quien, si el novillo al nuevo Salvador Herrero o este al astado criado en Calzadilla. Soltó los nervios que jamás mostró en el saludo capotero y clavó los pies en el suelo para largar tafalleras, en un ajustado quite presidido ya por la firmeza y el asiento. Se le intuye más de lo que sale, y ya le salen muchas cosas… Tiene empaque, gusto, ritmo, cadencia; apuesta por torear despacio; por cargar la suerte y llevar largas las embestidas con una compostura natural, que brota sin forzar. Todo lo que hace tiene aroma. Pinchó varias veces, se le escaparon más trofeos pero sembró la ilusión del futuro, que vale más que todas las orejas.

Todo en una tarde de mil y una volteretas, pinchazos y rivalidad. Saúl Sanz pasó fatigas con el geniudo primero, al que solo pudo por el pitón derecho en un enfrentamiento en el que se alternaron las victorias; Daniel Sánchez trató de hacerlo todo con clasicismo; mientras que Alejandro González derrochó entrega y se afanó en alargar la agria embestida de su oponente. Y ahí apareció Salvador Herrero para adueñarse de la tarde y de la nueva ilusión de los que saben catar el buen toreo.

FICHA

Unos 1.500 espectadores en los tendidos del coso, con entrada gratuita.

NOVILLOS DE MONTEVERDE (1º), poderoso, con genio y rajado; SANTOS ALCALDE (2º), noble y con teclas; SÁNCHEZ HERRERO (3º), deslucido con agrias e incómodas embestidas; e IGNACIO LÓPEZ CHAVES (4º), noble y bravo, de nombre Buenasuerte, herrado con el número 66, fue premiado con la vuelta al ruedo.

SAÚL SANZ

Estocada baja que atraviesa, dos pinchazos y estocada y dos descabellos (saludos).

DANIEL SÁNCHEZ

Cinco pinchazos y estocada (silencio).

ALEJANDRO GONZÁLEZ

Casi entera trasera y casi entera (ovación).

SALVADOR HERRERO

Dos pinchazos, media y estocada (oreja).

Cuadrillas: Buenos pares de banderillas de Pablo García y Jaime Bermejo al 2º.



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