Los ‘médicos’ de las sufridas bicis urbanas de Salamanca

 Los ‘médicos’ de las sufridas bicis urbanas de Salamanca


Hace once años que Salamanca implantó el sistema ‘SalenBici’ de préstamo de bicicletas para fomentar la movilidad sostenible. En este tiempo, la ampliación de kilómetros del carril bici y el aumento de bases hasta las 38 actuales (repartidas por toda la ciudad, también en Santa Marta, cuyo ayuntamiento se ha sumado recientemente), sumado al precio económico del sistema (13 euros al año), la facilidad de uso a través de una aplicación web, el horario más amplio (de 7:00 a 23:00 de lunes a viernes y de 10: a 23:00 horas sábados, domingos y festivos) y la incorporación de 50 nuevas bicicletas con motor eléctrico que ayuda en el pedaleo con tres modos, hacen que ‘SalenBici’ sea uno de los medios de transporte público favoritos por muchos ciudadanos, más aún cuando las calles son más seguras con la limitación a 30 km/hora.

“En 6-8 minutos bajo de Garrido a la Plaza Mayor y no tienes que buscar aparcamiento. Es un lujo”, reconoce Santi de Mena, uno de los usuarios veteranos, socio desde hace una década y con más de 1.200 préstamos acumulados en su tarjeta. Como él, estudiantes y trabajadores usan las bicicletas de préstamo para ir a estudiar o a su empresa, sobre todo en invierno, mientras que en verano el uso es más lúdico para disfrutar de paseos junto a la ribera del Tormes. Antes de la pandemia, con el importante uso de los estudiantes se llegó a batir récords con 435 préstamos en un día, aunque a día hoy, en pleno julio, los préstamos se sitúan en torno a los 140 diarios.

En el éxito de este sistema de movilidad juega un papel fundamental el equipo de mantenimiento, que trabaja en varios turnos, y que se encarga de poner a punto tanto las bases como las 255 bicicletas que hay en la calle, arreglar averías y solucionar incidencias que le reportan los usuarios a través del móvil o por Whatsapp.

Cada mañana, los técnicos de ‘SalenBici’ se encargan de realizar una revisión visual de las bicicletas, de los frenos, del aire de las ruedas, de los pedales, ajustan manillares, engrasan cadenas y comprueban que los sillines funcionan. “Al estar al aire libre sufren más y hay más desgaste. Cada cierto tiempo cambiamos las cestas, los timbres y reflectores, así como los guardabarros rotos. Las averías más frecuentes son los pinchazos de ruedas, el desgaste de neumáticos que obliga a cambiar las cubiertas y el desgaste del eje de los pedales que hace que la rueda gire. Ésta última es la avería más compleja y en esos casos hay que llevarla al taller”, explica José Manuel Leal, encargado de mantenimiento de “SalenBici”. “Si vemos que el cuadro ha sufrido un accidente o está muy dañado, se cambia la bici, aunque el aluminio les da larga vida”, corrobora.

Estos empleados se encargan de compensar el número de bicicletas en cada base para que no estén a cero o al máximo, también de quitar cada noche y poner antes de las 7:00 horas las bicicletas de las 4 bases más céntricas (San Julián, Santa Eulalia, Poeta Iglesias y Los Bandos) para evitar vandalismo y no perjudicar a terrazas, así como de la desinfección dos veces por semana y una en fin de semana de las bases. “Los usuarios usan bien las bicis y las cuidan. La última bicicleta robada fue hace 4 años y cuando lo han intentado ha sido por vandalismo, pero tienen sistema antirrobo”, confirma Leal.



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