Las mamografías de otras zonas se realizarán en Béjar para reducir listas de espera

Sacyl ha puesto en marcha un plan para ofrecer a pacientes de las zonas de salud de Linares y de Guijuelo desplazarse hasta Béjar para realizarse pruebas diagnósticas de mamografía con el objetivo de agilizar la espera.

La iniciativa nace como consecuencia de la suspensión de las pruebas durante los meses de pandemia por la reorganización de los recursos sanitarios en el complejo hospitalario de Salamanca para afrontar la crisis sanitaria. Una vez reanudado la actividad en Béjar, las mujeres de esas zonas básicas de salud tienen la oportunidad de desplazarse hasta Béjar para realizarse las mamografías o, si lo consideran oportuno, viajar hasta Salamanca. Las pruebas se enmarcan dentro del programa de cribado del cáncer de mama de la Junta de Castilla y León como medida de detección precoz de esa enfermedad y su realización en Béjar permite ahorrar tiempo en desplazamientos hasta la capital y, también, descongestionar el complejo hospitalario.

Esa medida ha contado con una buena acogida entre las mujeres citadas por Sacyl para realizarse mamografías porque pueden acudir al hospital “Virgen del Castañar” de Béjar para someterse a esa prueba con un equipo moderno incorporado hace dos años para mejorar la atención de las pacientes.

Según fuentes de Sacyl, la posibilidad de desplazarse a Béjar para realizarse las mamografías está siendo efectiva porque está resolviendo las pruebas pendientes debido a la suspensión por la pandemia.

Mientras tanto, la plataforma en defensa de la Sanidad de Béjar sigue realizando el recuento de días en los que el hospital de la ciudad no ha recibido el ingreso de ningún paciente. Esa cifra supera ya los cinco días desde que el pasado 21 de abril se reabrió la planta de hospitalización que, de momento, no ha recibido ingresos.

De forma paralela, el Ayuntamiento de Béjar ha procedido a la retirada de la carpa ubicada frente al centro de salud que, en un principio, se instaló para resguardar al público durante los meses de frío y lluvia. La medida responde a las quejas de los vecinos, que aseguran que la carpa no se utilizaba de forma habitual y, por el contrario, reducía el número de aparcamientos en una zona con mucha demanda para acudir a consulta a ese espacio sanitario.