Marta Ortiz, capitana del equipo, explica en qué consiste y reclama una mayor promoción

El Ultimate nace en Estados Unidos en los años 60; se trata de un deporte en el que el único material que se utiliza es un disco volador de 175 gramos, sin contacto y que es auto-arbitrado, el jugador debe conocer a la perfección las normas.

Por: María Sánchez Condado

Mezcla técnicas de baloncesto, fútbol y fútbol americano. Es un deporte originalmente mixto, aunque también existen categoría masculina y femenina, y se juega principalmente en dos modalidades: en césped, siete contra siete; o en la playa, donde son cinco contra cinco.

El campo se divide en tres zonas: dos zonas de gol en ambos extremos del campo y una zona central. El objetivo principal del juego es marcar puntos atrapando el disco al final de las zonas de gol.

En el Ultimate no solo se tiene en cuenta el juego, también se tiene en cuenta el espíritu del mismo, que se valora con un test que se le hace al adversario al final de cada partido, donde se critica si se han cumplido las normas y si se ha realizado un buen juego a nivel comunicativo.

Este deporte llegó a España pasados los años 90, pero no lo hizo a Salamanca hasta el año 2008, cuando se creó el equipo Quimera Ultimate Salamanca. Marta Ortiz, estudiante de medicina y actual capitana del equipo salmantino, da a conocer este deporte minoritario.

¿Cómo y cuándo comenzó tu aventura en el Ultimate?

Empecé en 2013 en este mismo equipo, Quimera Ultimate; al principio no estaba muy motivada porque no lo conocía más allá de lo que es Salamanca, tampoco tenía mucho tiempo libre, ya que entonces estaba estudiando la carrera de Medicina. Cuando terminé la carrera y comencé la especialidad, pude conocer el resto de torneos y competiciones que hay tanto en España como en el ámbito internacional, lo cual me motivó a seguir.

Ahora mismo, estoy en la selección española absoluta mixta de Ultimate Playa; viniendo desde Quimera, un equipo bastante humilde, es más difícil promocionarse y llegar a torneos de alto nivel, pero he tenido la oportunidad gracias a que mucha gente ha visto cómo jugábamos y ha sabido apreciar nuestra manera de hacerlo.

¿Cuál es tu función en el equipo como capitana?

Nosotros tenemos la suerte de ser un equipo mixto y todos los miembros del equipo me ayudan bastante a la hora de dirigirlo. Antes lo llevaba Roberto, otro jugador, pero en el año 2017 propuse un proyecto, se votó y se consensuó. Inicialmente comencé como capitana en el equipo women, en 2018 pasé al mixto, y la verdad, es que estoy muy contenta con mi equipo; desde el principio han apostado por el proyecto. Mi principal objetivo siempre ha sido luchar por la igualdad, he intentado dar peso a gente que se estaba iniciando y que no tenía tanta experiencia para que fuese poco a poco creciendo con el equipo.

A la larga, se han podido ir viendo los resultados; por ejemplo, en el último torneo nacional que participamos conseguimos el segundo puesto, lo cual nunca había sucedido en Quimera, nunca habíamos jugado una final.

Tengo mucha suerte de que todo el mundo apoye mi proyecto, ahora me voy a Canarias porque he terminado mi especialidad, y se hará un relevo de capitanes; se queda un proyecto similar de integración, intentando que haya cada vez más gente nueva y dando a conocer más este deporte.

¿Cómo os ha afectado la Covid-19? ¿Qué medidas de seguridad habéis tenido que llevar a cabo?

Al principio de la pandemia decidimos realizar entrenamientos online; después, empezamos a entrenar de manera presencial manteniendo la distancia de seguridad, higiene de mano y utilizando en todo momento las mascarillas. Hemos ido de manera gradual añadiendo la defensa, jugando partidos… Tenemos la suerte de ser un deporte sin contacto en el que el tiempo de exposición frente a una persona es mínimo.

Intentamos que la gente se una a nuestro equipo, estamos totalmente abierto a nuevas personas que quieran practicar Ultimate, procuramos mantener las medidas pertinentes. La mayoría es médico y sabe lo que supone esta situación; lo único que queremos es que la gente vea que nuestro principal objetivo es apostar por un deporte seguro.

¿Cómo ha sido esta temporada?

Se ha parado toda la competición tanto nacional como internacional debido a la pandemia. En septiembre va a haber un torneo nuevo en Madrid, en el que no vamos a participar; será uno de los primeros que se va a hacer en España en esta situación de pandemia. Va a ser complicado volver a iniciar todo, es muy difícil que podamos comenzar nuestra temporada si los grandes deportes tampoco lo hacen.

En una temporada normal, competimos a en Segunda División en Playa y Primera en Césped, también vamos a torneos nacionales e internacionales. Existe, además, una modalidad llamada hat, donde te inscribes como jugador y no como equipo; la organización del torneo se encarga de formar equipo según el nivel, es una gran forma de conocernos entre todos y aprender nuevas formas de juego. También hacíamos jornadas de liga que organizábamos nosotros mismos, pero se ha terminado con esto del Covid.

Ahora mismo no tenemos ningún objetivo tangible a largo plazo porque no hay torneos, entrenamos para hacer deporte, pasarlo bien y disfrutar entre nosotros.

¿Cómo es pertenecer a un deporte minoritario que no tiene tanta visibilidad como otros?

En España, el Consejo Superior de Deportes (CSD) no nos considera deporte, mientras que, en otras naciones como Inglaterra, Francia, Australia, Colombia o Estados Unidos sí lo hacen. Esto nos limita mucho en ayudas tanto económicas como de promoción, pero gracias a que muchos de los jugadores de Ultimate en España son profesores de educación física están consiguiendo promover el Ultimate a nivel educativo, no solo para jugar el deporte, también para sembrar los valores de éste, como son la comunicación, la buena actitud, la ausencia de contacto…

El Ayuntamiento sí nos ha ayudado cuando hemos organizado torneos propios como el Swagglamanca, que es internacional; viene gente incluso de Sudamérica, en este caso es un torneo Women y Open, no es mixto, aunque este año no se podrá realizar.  

Trabajamos de manera conjunta con la Universidad de Salamanca, siempre hemos estado en la feria de bienvenida, aunque este año no se ha celebrado. También hemos hablado con la Universidad Pontificia y con TAFAD para intentar atraer a gente. Gracias a todo ello hemos conseguido tener un equipo mixto, con un amplio rango de edades e intercultural, nuestros jugadores proceden de muchos países diferentes.

¿Cómo crees que es el futuro de este deporte? ¿Crees que se llegará a jugar en los JJOO?

Nos ofrecimos a jugar en los JJOO de Tokio como deporte de exhibición con el objetivo de promocionarnos, pero no lo hemos logrado. Si consiguiéramos aparecer en un evento así, conseguiríamos un gran impulso, nos daría una gran publicidad que actualmente no tenemos.

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(Fotos: Pablo Casado de Juan)