Los robots ‘amigos’ de las vacas triunfan en Salamanca

Esteban Alonso es de los salmantinos que apostó por invertir en robots de granjas y reconoce que le va bien. Tanto el año pasado como este ganó el premio ‘Desafío Frisona’ que sitúan a su explotación de 200 vacas de Palaciosrubios en la élite de Castilla y León en producción y eso que su vida es mucho más tranquila que cuando empezó.

Ahora él, y sobre todo su hijo -Esteban Alonso González- está muy pendiente del móvil porque son sus robots los que se ocupan de las tareas más engorrosas. Por ejemplo, de ordeñar: es un robot quien atrae con el aliciente de la comida a las vacas, las ordeña e informa de la cantidad de leche, pero también del estado de salud del animal o de si está en celo.

También ayudan a limpiar. En su caso tiene una máquina con cuchilla que le hace innecesario comprar la “conga” de limpieza, tan extendida por ejemplo en explotaciones de Paradinas de San Juan. Pero él sí deja en manos del robot la tarea de acercar la comida a las vacas: ellas esparcen mucho el pienso cuando comen y es el robot el que se ocupa de pasar junto a ellas y rehacer montones. Antes Esteban no podía dejar su pala o su rastrillo. Y ahora también hay un robot que mezcla alimentos y cuando la receta ha concluido recorre el pasillo del establo repartiendo a cada vaca su ración.

Pese a la inversión en robots, al menos son necesarias 3 o 4 personas para una explotación de este tipo y el precio de la leche no ayuda de ahí que sean muy pocos los que resisten. En Salamanca en 2020 solo 65 ganaderos cobraron la ayuda asociada al vacuno de leche. ‘La leche tenía que valer más por los costes de producción. Nos prometieron que se iban a incluir en los contratos y nada’, se lamenta.