Los huertos urbanos, un alivio para muchos salmantinos
Desde hace días ya se encuentran varios salmantinos adecentando sus parcelitas y a golpe de azada removiendo y abonando la tierra. Son los primeros propietarios de los huertos urbanos que ya han recibido la formación y ya disponen de su tarjeta para acceder a su pedazo de tierra asignado. Una zona totalmente renovada,, más de dos millones de euros de inversión que han dado vida a la ribera del Tormes, 100.000 metros cuadrados que acogen los 617 huertos, 13 pérgolas, 78 parras, 6 hamacas, 145 bancos y 36 papeleras, además de la plantación de 550 árboles y 1.866 arbustos, y 9.177 metros cuadrados de césped. También se han instalado 34 merenderos y una zona de juegos infantiles. A ello hay que añadirle la futura lonja que está «en proceso de licitación» como bien recordó el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que explicó que «se han retomado los trabajos de la nueva pasarela que va a unir al barrio de Huerta Otea».
Los nuevos inquilinos.
Entre los propietarios de los huertos se nota satisfacción y entusiasmo por empezar a plantar sus primeras cosechas, la mayoría se muestran sorprendidos por la gran acogida que ha tenido y el ver a tanta gente ya en sus parcelas. En lo que sí coinciden la mayoría es que es un gran lugar para despejar la mente y olvidarse de los problemas y además poder aprender algo sobre la huerta, conocer gente y poder llevarse algo a la mesa algún día.
Emilio Hernando, está en ERTE , es cocinero y nos confiesa que es «una buena manera para no estar todo el día pensando en el tema del trabajo. Hemos empezado ayer y a ver qué tal se da la temporada. No sabemos mucho como funciona esto, pero aprendiendo y haciendo algún curso a ver si hacemos una buena cosecha». Como buen cocinero tiene claro qué le gustaría plantar, «ahora estoy abonando y luego me lo vienen a arar, mi idea es plantar un poco de todo, pero sobre todo un poco de hierbas aromáticas, tomates, cebollas, pimientos,…».
Amando está jubilado, es exfuncionario de la Diputación, y sabe que pasar las horas entre sus cultivo «es más una ayuda para la mente que para el cuerpo porque esto es pequeñito y se va haciendo sin esfuerzo, pero la mente la tienes ocupada sin estar tantos ratos que no sabes qué hacer». Lejos de sacarle rentabilidad, lo que le gusta es saber que lo que va a comer lo ha conseguido con su esfuerzo, «igual sale más barato comprarlo que plantarlo, pero la disfrutas más porque lo has hecho tu».
Roberto Marcos acude con su mujer Raquel matrimonio, ahora mismo él se encuentra en paro, y sabe que pasar las horas en el huerto «es una manera de estar entretenido y si además sacas algo pues eso que te llevas para comer». Roberto se lo esperaba «con más maleza, de espacio está bien y la tierra tiene buena pinta, éste siempre ha sido terreno de siembra. A ver si conseguimos unas lechugas, unos pimientos y unas cebollas». Aunque no son expertos en la materia saben a quién tienen que pedir consejo, «sabíamos un poquito de esto, pero nos han dado una charla que ha estado bien, pero habrá que pedir consejo a mi padre y a mi suegro que son más mayores y saben más de cuando es el tiempo de siembra de cada cosa».
También se encuentra en paro Roberto García, que lleva yendo a su huerto 5 días, ha sido de los primeros en ir llegando, «al principio hay que trabajar bastante quitando matas y hierbas malas, pero es gratificante y más cuando se recoja. Nos iban a dar los huertos en enero que no estaba la hierba tan alta, pero es estas cosas van despacio, ahora da más trabajo porque hay que arrancar todo y estamos en época de siembra, pero se podía haber mejorado un poco». Sabe que el huerto le mantiene entretenido en las horas en las que no busca trabajo y se despeja un poco, no tenía experiencia pero «pero para eso está internet que lo sabe todo».
Manuel García, es jubilado, y para él el huerto es vida, «es lo mejor para matar el tiempo y no estar en casa todo el día viendo la televisión sentado». No sabe mucho del huerto, pero lo tiene claro, «aquí lo bueno es que nos informamos entre todos. Donde realmente se aprende es aquí mismo, sobre todo la gente mayor que es la que ya sabe y te puede orientar». Y tiene algo claro, espera poder conseguir «sobre todo los tomatitos cherry para mis nietos»
Isaura Guerrero, trabaja en educación especial, es su primer día y aunque el huerto le parece pequeño porque le acompañan dos amigas sabe que «es un huerto de ocio y sobre todo para relacionarse con la gente. No sabía nada de agricultura, pero tenía mucho interés e iba de voluntaria a algún huerto». Como reto, aunque difícil, «me encantaría plantar espárragos, pero lo veo complicado pero unos tomates sí, es el rey del huerto».
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