La hostelería de Salamanca clama por que se retrase el toque de queda y agilicen las ayudas para «seguir vivos»

La hostelería salmantina inicio ayer una nuevo ‘castigo’ de 14 días con el interior de los establecimientos cerrado. Y justo un día en el que prácticamente no dejó de llover, lo que exasperó aún más los ánimos de los profesionales.

Jorge Lozano Esteban (Tapas 2.0, Tapas 3.0 y Aire) asegura que «es otro mazazo porque volvemos otra vez que la misma situación que teníamos, pero el tiempo no acompaña, llueve y de terraza hacemos cero. Volvemos a lo mismo, nos ponen otro palo más en la rueda, nos sentimos culpables, acusados y lo que había que hacer es cerrar al que incumple, los que cumplimos las normas deberían darnos la posibilidad de trabajar».

Jorge Lozano añade que «hace 10 días hemos abierto un nuevo local en el campo de golf de la Valmuza y allí la incidencia es baja y seguimos con los interiores abiertos. Por no mandar a la plantilla al ERTE haremos una redistribución e intentaremos tener los tres locales abiertos».

Además, afirma que «ya es resignación, no nos quedan ganas ni de quejarnos, no podemos más. Hace tiempo que decidimos mirar hacia delante y buscarnos la vida nosotros con comida a domicilio, para llevar, terrazas, con locales fuera de la ciudad. Si quieren cerrar los interiores me parece perfecto pero que nos den más horas de terrazas, intentar que esté la gente más al aire libre, ayer la gente estaba de Lunes de Aguas y no pasaba nada, que nos den más horas de terraza y nos amplíen el toque de queda de las diez a las doce. Intenta que las gentes no se metan en las casas a las diez de la noche, ahí está el ejemplo de Madrid ¿por qué Madrid crea empleo en plena pandemia y en el resto de España se destruye? Porque ellos siguen abriendo», se preguntaba.

Por su parte, Arcadio Romero (Los Escudos) opinaba que «todos los negocios necesitan una preparación y ritmo de trabajo y si cada 15 días nos ponen normas nuevas ni los clientes se adaptan a nosotros ni nosotros a ellos. Están creando una inseguridad hacia la hostelería demasiado grande. La población ya tiene un miedo a entrar en muchos negocios, yo llevo desde junio sin dar una comida en el restaurante que tengo abajo, la gente se está volviendo muy esquiva a meterse en un local y cada vez nos lo están agravando más, ¿por qué no cierran un autobús donde van 45 personas apretadas unas con otras? No lo entiendo».

«Con el mal tiempo la gente de por sí no sale y si no pueden ir a ningún lado se quedan en casa. Y la gente se está cansando de esta situación, en un año no ha habido ningún tipo de ayuda de la administración, de la Junta, lo único las ayudas directas de los ayuntamientos, pero por lo demás si debes un pequeño recibo de algo ya te deniegan todo, no existe ninguno que no deba nada después de un año de pandemia. Se están riendo de nuestro sector y no es para que los políticos se lo tomen a risa» afirmaba molesto este profesional.

Arcadio Romero señala que «Ya no sabemos que pensar de los políticos. Nos dicen que se cierra porque se acumulan más casos y ahí están Madrid y Barcelona. ¿Cuál de las dos está peor? No se sabe, una abierta y otra cerrada. De todas las normas que han puesto creo que la de la mascarilla es la única que funciona. Desde que hemos vuelto a abrir sigue viniendo la misma gente mayor y ninguno se ha cogido la covid, algo habrá que decir de eso».

El díscolo Castaño

El concejal de Turismo de Salamanca, Fernando Castaño ha mostrado su disconformidad con buena parte de las medidas que está adoptando la Junta, e incluso ha llegado a criticar a Igea, de su mismo partido, ayer no fue una excepción. «Lo primero que nos dan a entender es que el que está diseñando las medidas no sabe lo que es pagar una cuota de autónomos. Cuando miremos al pasado vamos a ser muy críticos con la forma en la que la hemos afrontado, creo que se están obviando los datos objetivos por datos emocionales», afirmó.

«Cuando tomas medidas tienes que saber qué mal estás evitando y qué efectos secundarios tienen las medidas que estás tomando. Se está obviando que la crisis económica produce víctimas. Menos mal que estamos en la fase final en la que llegan las vacunas porque no podemos aguantar más», insistió.

Castaño, muy apreciado entre los profesionales de hostelería afirmó que les pide «que aguanten un poco más. Sé que es difícil porque estás cerca de la orilla y de repente te la alejan sin darte explicaciones convincentes y además te echan la culpa de todo. Y si no pueden aguantar hemos articulado entre Turismo, la Cámara de Comercio y el Colegio de Abogados mecanismos para que puedan gestionar sus deudas y conseguir ese pequeño oxígeno que a lo mejor les puede permitir aguantar estos dos meses».

Además insistió en que «la situación es dramática, cada medida debería tener una contramedida. Me hace mucha gracia cuando me dicen tomamos las medidas que toman en Europa, que algo sabrán los europeos. Y yo pienso que los alemanes se gastan 11 mil millones de euros mensuales por el cierre de la hostelería para mantener esos negocios, ¿qué hace España? Eso no lo hace».

Castaño argumentó que «tenemos las estadísticas y sabemos qué ocurre cuando hacemos cierres perimetrales ¿qué eficacia tiene? Cero, toque de queda ¿qué eficacia tiene? Cero. El cierre de los negocios, los gimnasios nunca jamás tenían que haber cerrado, los datos dicen que en la hostelería es un 2%. Tenemos un problema, lo que no nos dicen los datos es que cuanto más privas a las personas de movilidad más quedan en casas, más se buscan el ocio con los amigos y la familia».

Yrespecto a la Semana Santa y sus efectos en la cuarta ola, señaló que «qué ha pasado en Madrid. Ya lo decía yo. No puedes cerrar a seis millones de personas sin darles alternativa. Es mucho mejor que estén en la playa o disfrutando de las calles de Salamanca o Segovia a que no tengan durante cuatro días una alternativa de ocio. La gente ya no aguanta en sus casas. Cada medida debería tener un informe jurídico y técnico, no lo tienen y todos los que dicen que no son eficaces los obvian»