Ha llegado el momento: el sueño de Europa del Avenida llega diez años después

Diez años de espera es mucho tiempo, mostrando con claridad lo que ha conseguido el Perfumerías Avenida: estar entre los cuatro mejores equipos de Europa luchando por el título. Las salmantinas lo han hecho justo una década después del mayor hito de su historia, cuando en 2011 se proclamaron campeonas en la ‘Final Four’ de Ekaterimburgo. A partir de hoy en Estambul, con unas condiciones muy distintas a causa de la pandemia, el conjunto que entrena Roberto Íñiguez vivirá una nueva aventura en el Volkswagen Arena junto al Sopron de Hungría, el Fenerbahce de Turquía y el Ekaterimburgo de Rusia.

Cuando el Avenida terminó de confeccionar su plantilla el pasado verano después de los peores meses del coronavirus, nadie, salvo quizá Roberto Íñiguez, podía atreverse a imaginar que iban a estar aquí a estas alturas. Además, lo han hecho de manera más que merecida, ganando todos sus encuentros, tanto los seis de las dos ‘burbujas’ de la fase de grupos contra el Dynamo Kursk, el Nadezhda y el Izmit, como los dos de cuartos de final frente al Spar Girona disputados en Würzburg. Es verdad que el formato ha cambiado por la situación mundial y la idoneidad de viajar lo menos posible, pero los cuatro participantes en la ‘Final Four’ han llegado a Estambul por méritos propios.

La Euroliga volverá a tener un campeón tras un año vacío por la cancelación de la pasada campaña, pero el Perfumerías Avenida no mira más allá del compromiso de esta tarde a las 20:00 horas contra el Sopron, que entraña una gran dificultad. Por la entidad del rival, que por tercera edición consecutiva se ha colado entre los mejores, y por la inexperiencia de la plantilla charra en este tipo de acontecimientos. Salvo Roberto Íñiguez y Silvia Domínguez, que vivirán la séptima Final a Cuatro de sus carreras, con uno y tres títulos, respectivamente, el resto son unas ‘novatas’. Eso puede tener su parte negativa pero también buena, porque es verdad que no tienen nada que perder puesto que llegar aquí ya ha sido un éxito. Pero el premio de una gran final es más que atractivo y esta joven plantilla ha demostrado a lo largo de los últimos meses que si es capaz de estar a su nivel puede lograr casi todo lo que se proponga.

La mejor noticia ha sido que después de casi dos semanas sin actividad competitiva, Íñiguez ha podido recuperar a todas sus jugadoras salvo a Gajic, aunque es verdad que no todas llegan a la cita en las mejores condiciones. Pero viendo cómo estaba el equipo hace no mucho, hay que agradecerlo.

El Sopron húngaro no lo va a tener nada fácil. Tras la marcha de Íñiguez hace dos veranos, después de haber alcanzado en dos ocasiones la ‘F4’, el nuevo técnico, David Gaspar, supo ser listo para aprovechar la increíble inercia que llevaba el equipo. Allí siguen liderando todo dentro y fuera de la cancha Jelena Brooks (Milovanovic) y Zsofia Fegyverneky, dos instituciones en el baloncesto continental. Y continúa el ‘techo’ Hatar. El trabajo de Íñiguez con la cantera se ve reflejado también en que hay varias jóvenes ya habituales en el primer equipo, aunque únicamente Czukor y Aliz Varga tienen una presencia habitual. Faltan otras cuatro jugadoras indispensables en el engranaje: la compatriota de Brooks y su compañera en la pintura Tina Krajisnik, y un trío de norteamericanas formado por la veterana Briann January y las promesas Gabby Williams y Megan Walker.

Todas ellas hacen un muy buen baloncesto como han demostrado perdiendo solo un partido en la Euroliga, y el Avenida tendrá que emplearse a fondo para estar en la final.

Hace diez años tuvo el apoyo de algo más de medio centenar de aficionados en la lejana Ekaterimburgo. Ahora, en Estambul, no tendrá a nadie, aunque sentirá el apoyo incondicional desde Salamanca.